Por Enrique Pons Franco
A la par del comienzo de la pandemia de Covid-19, arrancó en todos los países la carrera por ser el primero en desarrollar una vacuna que nos proteja de la enfermedad de forma eficiente.
Varios laboratorios han realizado ya sus primeras pruebas, como Rusia y China. Otros, como México, han hecho alianzas estratégicas para ser de los primeros en contar con la vacuna cuando sea autorizada para aplicarse de manera masiva en humanos. Si antes vimos lejos el fin de la cuarentena, ahora se ve cada vez más cerca la llegada de una vacuna, pero ¿estaremos obligados a aplicarnos la vacuna contra el Covid-19?
La respuesta a esa pregunta podría ser polémica para algunos. En México, la Ley General de Salud (LGS) señala en su artículo 139, fracción III, que los particulares nos encontramos obligados -teóricamente- a aplicarnos vacunas contra infecciones del aparato respiratorio, como lo es Covid-19.
Por si quedara duda, la misma LGS establece (artículo 144) que la vacunación contra enfermedades transmisibles es obligatoria. Incluso, la inmunización es considerada como una medida de seguridad sanitaria. Para casos como el del coronavirus, la ley establece (artículo 408) que las autoridades deben ordenar la vacunación de personas como medida de seguridad.
¿Qué le pasará a quien se oponga a vacunarse? Conforme a la ley, las sanciones van desde una amonestación, pasando por una multa y un arresto de hasta 36 horas. Pero cuidado, la sanción por oponerse a que la autoridad sanitaria aplique vacunas a la población, o en su caso, negarse a que te la apliquen, puede costarte casi 3 millones de pesos (artículo 422).
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Todo ello tiene un sentido lógico. Si una persona dice que por motivos religiosos o personales no se va a vacunar -seguramente conoces a alguien que ya te dijo que no va a querer ponerse la vacuna contra el Covid-19– no solamente se está poniendo en riesgo a ella misma, sino que además nos pondrá en riesgo a todas y todos.
Allí es cuando el Gobierno tiene la obligación de protegernos, no puede ser flexible y dejarlo a la conciencia o libre elección de la población, pues de otra forma, se corre el riesgo de jamás erradicar una enfermedad tan altamente transmisible como la que nos tocó enfrentar en este 2020.
Lo dije al principio, la respuesta sería polémica, pero debemos recordar que el bien común siempre está por encima del particular, más en estos casos.
Aquí puedes leer la Ley General de Salud.
Entonces, ¿te vas a poner la vacuna cuando salga en México? Te espero en Twitter como @enrique_pons y en Facebook como Enrique Pons Franco. Nos leemos la próxima.
PD. Aprovecho en esta columna para felicitar a mi amigo @joseeduardoecon por su reciente designación como presidente del Colegio de Economistas del Estado de México; síganlo en su cuenta de Twitter. Enhorabuena Lalo.
