AP.- El magnate chino autoexiliado en cuyo yate de 45 metros fue arrestado el ex estratega jefe del presidente Donald Trump, Steve Bannon, es un personaje de alto perfil irritante para el gobernante Partido Comunista.
Guo Wengui abandonó China en 2014 durante una ofensiva anticorrupción liderada por el presidente Xi Jinping, que atrapó a personas cercanas a Guo, incluido un alto funcionario de inteligencia. Las autoridades chinas han acusado a Guo de violación, secuestro, soborno y otros delitos.
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Guo, un ex funcionario convertido en desarrollador inmobiliario, ha irritado al partido gobernante al lanzar acusaciones de corrupción en redes sociales. Desde su base en un apartamento de lujo en Manhattan, ha sido especialmente crítico con el vicepresidente Wang Qishan, un aliado de Xi y figura clave en la campaña anticorrupción del partido.
Bannon, quien fue arrestado el jueves, fue acusado junto con otros tres de defraudar a donantes en línea con el fin de ayudar a construir el muro fronterizo de Trump. Bannon se declaró inocente en una audiencia el jueves en Manhattan.
En junio, Guo y Bannon anunciaron la fundación del “Estado Federal de Nueva China”, una iniciativa para “derrocar al gobierno chino“.
Guo, también conocido como Miles Kwok, era uno de los empresarios más ricos de China, con una fortuna estimada por la revista Forbes en mil 100 millones de dólares en 2015. Su activo más destacado era Pangu Plaza, un complejo de oficinas y hoteles con vistas al Estadio Olímpico de Beijing.
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Guo pagó 67.5 millones de dólares en 2015 por su apartamento de 850 metros cuadrados sobre Central Park y se unió al resort Mar-a-Lago de Trump en Florida.
El estado de la fortuna de Guo no está claro. Los activos en China han sido congelados o confiscados. Está intentando vender su apartamento en Manhattan; el precio de venta se redujo este año a 55 millones de dólares. Su yate, el Lady May, está a la venta por casi 28 millones de dólares.
Guo dijo a The Associated Press en 2017 que su objetivo era lograr la liberación de familiares, empleados y activos en China, no socavar al Partido Comunista.
También en 2017, sin embargo, su abogado dijo que Guo había solicitado asilo político en Estados Unidos. Incluso si el reclamo es finalmente rechazado, eso podría permitir que Guo permanezca en el país durante años mientras se revisa y durante posibles apelaciones.
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Eso se produjo después de que Pekín pidiera a la Interpol que emitiera una “ficha roja” pidiendo a otros gobiernos que arrestaran a Guo.
En el primer proceso penal derivado de las acusaciones contra Guo y sus empresas, tres empleados fueron condenados a prisión en 2017 por haber cumplido sus órdenes de falsificar documentos financieros para obtener préstamos de un banco estatal.
La agencia de noticias oficial Xinhua dijo que otros negocios relacionados con Guo eran sospechosos de soborno, malversación de fondos, detención ilegal y transacciones forzadas.
El ex subjefe de la agencia de inteligencia china, Ma Jian, fue condenado en diciembre de 2018 por aceptar sobornos para ayudar a Guo. Los cargos incluían conspirar para chantajear a un funcionario de la ciudad de Beijing que bloqueó un proyecto de desarrollo de Guo.
En 2017, el desarrollador chino SOHO demandó a Guo en Nueva York después de que acusó a la compañía de obtener cambios regulatorios de manera incorrecta para aumentar el valor de sus propiedades. Guo contraatacó. SOHO retiró su denuncia en 2018. Un juez desestimó la demanda de Guo al año siguiente.
Una demanda separada presentada por una mujer china en Nueva York acusó a Guo de violarla y mantenerla prisionera durante tres años después de contratarla como su asistente. Guo negó las acusaciones.
