Joe Biden anunció en marzo que quien lo acompañaría en la boleta como vicepresidenta sería una mujer, promesa que fue recibida con entusiasmo, pero tardó casi cinco meses en elegir. Este martes, el virtual candidato demócrata dio a conocer que Kamala Harris, senadora por California, será su compañera de fórmula y aseguró que ella es “una de las mejores funcionarias públicas del país”.
Harris, de 55 años, fue rival de Biden en las primarias demócratas y es una de las figuras más prominentes del Partido Demócrata. Cuando decidió abandonar la carrera a la Casa Blanca, rápidamente pasó a estar entre las principales contendientes a la vicepresidencia por su carácter fuerte y pragmático, además de la manera agresiva en la que ha cuestionado a funcionarios y aspirantes a cargos públicos nominados por el presidente Donald Trump.
Tras un fuerte inicio, su campaña se hundió rápidamente en medio de piruetas de estrategia. Primero se posicionó como progresista en el molde de reformistas como los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, y luego trató de virar hacia el centro. Su posición en salud, por ejemplo, fue confusa. Se retiró en diciembre, antes de que se emitiera un solo voto en las contiendas de la nominación demócrata.
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“Ella estaba tratando de jugar un poco al centro y tratando de ser todas las cosas para todas las personas”, afirmó Joel Payne, un estratega demócrata que trabajó para la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016.
Ahora, Payne dijo, que “hay una voz un poco más definida. Hay más claridad sobre su persona pública”.
Uno de los momentos más destacados de la campaña de Harris fue a expensas de Biden. Durante un debate, la senadora criticó al exvicepresidente por oponerse a los autobuses cuando las escuelas comenzaron a integrarse racialmente cuando él apenas comenzaba su carrera política en la década de 1970.
“Había una niña en California que era parte de la segunda clase para integrar sus escuelas públicas, y la llevaban en autobús a la escuela todos los días”, dijo Harris. “Y esa niña era yo”.
Conmocionado, Biden calificó los comentarios de Harris como “una caracterización errónea” de su postura en el tema.
La elección para la vicepresidencia tiene una mayor importancia este año. De ganar los comicios, Biden tendría 78 años cuando asuma el cargo en enero, por lo que podría convertirse en el hombre de mayor edad en asumir la presidencia. Biden ha hablado de sí mismo como una figura de transición y no se ha comprometido plenamente a buscar un segundo mandato en 2024. De no perseguirlo, su compañera de fórmula se convertiría en la favorita para la nominación ese año.
Kamala Harris y su pasado judicial
Los antecedentes de Harris en el ámbito judicial llegaron a considerarse una debilidad de la funcionaria en los primeros momentos de la carrera por la candidatura del partido. Pero impresionó a algunos escépticos que decían que no había hecho mucho para investigar los tiroteos de la policía cuando, en los días posteriores a la muerte de George Floyd, impulsó un proyecto de reforma policial para luchar contra el uso de la fuerza y los abusos por parte de oficiales.
Antes de llegar a la cámara alta del Congreso en 2016, Kamala Harris tuvo una larga carrera en la procuración de justicia. Inició trabajando en el condado de Oakland, para después convertirse en fiscal de distrito y posteriormente en fiscal general del estado de California en 2010. Durante esos años, adquirió fama por la firmeza con la que enfrentó casos de violencia callejera, abuso sexual y tráfico de drogas.
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Entre las principales propuestas que ha impulsado, están la reforma al sistema de justicia criminal, la reforma migratoria y la ampliación de derechos reproductivos para las mujeres.
Pero Harris no ha tenido posturas tan claras en todos los temas. En materia de salud, por ejemplo, inició con una postura progresista, que implicaría eliminar los seguros privados, pero posteriormente lanzó una propuesta más moderada que contempla un sistema mixto público-privado que no aumentaría impuestos para la clase media.
La elección de Harris como vicepresidenta le brindaría al partido la posibilidad de agrupar minorías que buscan ver la diversidad de la población americana reflejada en los máximos cargos de gobierno. Es la primera mujer afroamericana que competirá por el cargo formando formando parte de alguno de los principales partidos del país.
Con información de agencias.
