El virtual candidato demócrata Joe Biden anunció este martes que Kamala Harris será su compañera de fórmula y la vicepresidenta de Estados Unidos en caso de que él gane las elecciones del 3 de noviembre.
“Cuando Kamala era Fiscal General, trabajó de cerca con Beau. Pude ver cómo se enfrentaban a los grandes bancos, ayudaban a los trabajadores y protegían a las mujeres y los niños del abuso. En aquel entonces estaba orgulloso, y ahora estoy orgulloso de tenerla como mi compañera en esta campaña”, dijo en Twitter.
Lee también: Campaña de Trump busca usar órdenes ejecutivas para recaudar fondos
La senadora por California se une a Biden en un momento en el que el país enfrenta una crisis sin precedentes. La pandemia de coronavirus ha cobrado la vida de más de 150 mil personas en Estados Unidos, cifra mucho mayor que la reportada por el resto del mundo. Los cierres de empresas y las medidas por la pandemia han provocado un colapso económico. Mientras tanto, miles de personas han ido a las calles para protestar contra el racismo y la brutalidad policial.
El demócrata, quien pasó ocho años como vicepresidente durante la era de Barack Obama, ha pasado meses decidiendo quién desempeñará ese mismo rol en caso de que él llegue a la Casa Blanca. En marzo, se comprometió a elegir a una mujer como su vicepresidenta.
Nacida en Oakland, Kamala Harris ganó su primera elección en 2003 cuando se convirtió en fiscal del distrito de San Francisco.
También fue elegida fiscal general de California en 2010, la primera mujer y persona afroamericana en ocupar el cargo. En el puesto, se negó a defender una propuesta que hubiera prohibido el matrimonio entre personas del mismo sexo que luego fue anulada por la Corte Suprema de Estados Unidos.
El historial de Harris como fiscal general de California desanimó a algunos liberales y jóvenes afroamericanos durante las primarias demócratas, dado que consideran que está fuera de lugar en cuestiones de racismo sistémico y brutalidad policial.
Pero Harris ha adoptado una postura más dura desde la muerte de George Floyd en manos de la policía de Minneapolis. Ella impulsó una legislación en junio que prohibiría a la policía usar técnicas de estrangulamiento, establecería un estándar nacional para el uso de la fuerza y crearía un registro de las denuncias contra oficiales. También reformaría las condiciones de la inmunidad que protege a los oficiales de ciertas responsabilidades.
