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Necaxa, el equipo que dominó una década y fue desterrado por falta de arraigo

Necaxa, el equipo de la década de los 90. (Arte: Jonathan González)
Necaxa, el equipo de la década de los 90. (Arte: Jonathan González)
• La #NostalgiaFutbolera nos lleva a la década de los 90, en la que no hubo rival para el Necaxa, un equipo que no logró arraigarse en el Distrito Federal, pese a sus éxitos.

Necaxa es un sinónimo de altibajos. El zigzag que representa el símbolo del rayo en sus playeras bien podría ser la imagen de la inestabilidad de este equipo, que vivió su mejor época en la década de los 90 y luego fue desterrado por su falta de arraigo.

El Necaxa se ganó el apelativo de el equipo de la década por su dominio entre 1995 y 1998.

Los Rayos ganaron el bicampeonato en los dos últimos torneos largos del futbol mexicano, en las temporadas 1994-1995 y 1995-1996.

Después llegaron a dos finales más en el nuevo formato de torneos cortos.

Perdieron ante Santos Laguna en el Invierno 96 y también en el Invierno 98 ante el Toluca, el equipo que lo relevaría como el más dominante.

La gran década del Necaxa cerró con el título que logró el equipo rojiblanco en el Invierno 98 tras vencer en la final al Guadalajara. 

EL ORIGEN

El Necaxa es uno de los principales clubes mexicanos de la primera época. Se fundó en 1923 y encontró su identidad al surgir de la unión de los equipos de la Compañía de Luz y Fuerza con el Tranvías.

Las aguas del río Necaxa, en Puebla, generaban la electricidad que iluminaba a la Ciudad de México. Los trabajadores que formaron el equipo eligieron ese nombre, y el equipo era conocido como los Electricistas.

Rápidamente el equipo encontró un estilo de juego que agradaba por su buen trato al balón. 

Así llegó su primera época de brillo, con el equipo conocido como los Once Hermanos, en la década de los 30.

Su máximo rival en la época amateur era el Atlante, el otro equipo popular del Distrito Federal.

INICIAN LOS ALTIBAJOS

En 1942, los dueños decidieron retirar al equipo ante la inminente profesionalización del futbol. 

El Necaxa derrotó en su último juego, en la época amateur, al Club España por marcador de 4-3.

Tras una ausencia de ocho años, bajo el patrocinio del Sindicato de Electricistas, regresó a la Primera División en 1950. 

EN 1972 fue vendido a un grupo de empresarios españoles que lo convirtieron en Atlético Español.

El 21 de julio de 1982, Grupo Televisa adquirió al equipo y le regresó su nombre original con un nuevo mote: los Rayos del Necaxa. 

LA GLORIA DE LOS 90

Aguinaga levanta el trofeo de Campeón de Liga del Invierno 98. (Foto: Mexsport)

La formación del mejor equipo de los 90 comenzó con la llegada del líder: Alex Aguinaga.

El ecuatoriano se convirtió en el emblema, la síntesis y el icono del necaxismo triunfante.

Tras varios intentos fallidos con Aníbal Ruiz, Luján Manera y Roberto Saporiti, llegó Manuel Lapuente, el hombre que les daría la identidad ganadora desde el banquillo.

El exitoso estratega que había hecho campeón al Puebla años antes se convirtió en el forjador de la leyenda necaxista.

En 1994 tenía por fin las armas para conquistar el futbol mexicano. 

Para arropar a Aguinaga, Lapuente formó un equipo muy sólido en la defensa, con Navarro en la portería, Vilches, Becerril, Esquivel, Higareda y el Cuchillo Herrera, quien destacó por su labor en la final ante Cruz Azul.

El mediocampo era espectacular.  Junto a Aguinaga estaban Ignacio Ambriz y Alberto García Aspe. 

Adelante jugaban Ricardo Peláez e Ivo Basay. Y todavía tenía como relevos de lujo a Sergio ‘Ratón’ Zárate y Luis Hernández.

Al salir Basay, el protagonismo aumentó para el Matador Hernández, quien hizo una gran dupla con Peláez.

En la temporada 1995-1996 Necaxa logró el bicampeonato al derrotar en la final al Celaya. 

El marcador global terminó 1-1 pero el gol de visitante le dio el campeonato. Se mantuvo la base del primer título, y no se extrañó la salida de Basay y Ambriz. 

El Necaxa siguió su camino de éxitos en los siguientes torneos y fue invitado regular en las finales.

La transición a los torneos cortos no le afectó y disputó la primera final frente a Santos, en el Invierno 96.

Fue una gran gesta que se decidió con un polémico gol de Jared Borgetti en claro fuera de lugar.

Para el Invierno 97 Manuel Lapuente terminó su gestión en el club para ser técnico de México en Francia 98.

Raúl Arias tomó la estafeta y logró llevar al equipo a la final del Verano 98 ante Toluca.

La derrota de los Rayos marcó -anticipadamente- el cambio generacional del mejor equipo, ya que el Toluca dominaría los próximos años, mientras Necaxa cerraría la década con su último título de Liga.

En el Invierno 1998, ya con Ríos, Almaguer, Markus López, José Luis Montes de Oca, Chava Cabrera, Chepo de la Torre, Sergio Vázquez y Carlos Hermosillo, los Rayos ganaron su tercer título de Liga al derrotar en la final a las Chivas en el Estadio Jalisco.

EL MUNDIAL DE CLUBES

El final del equipo de la década llegó en el año 2000, cuando Necaxa ganó el tercer lugar del Mundial de Clubes.

Su victoria en penaltis frente al Real Madrid es el mejor recuerdo de un equipo que marcó una época. 

Necaxa acudió como representante de Concacaf. Enfrentó al Vasco da Gama, Manchester United y al South Melbourne. 

En el primer juego, los Rayos empataron 1-1 ante el Manchester, con goles de Montecinos y Yorke. 

El segundo partido, ante South Melbourne, se definió a favor del Necaxa por 3-1. Anotaron Montecinos, Delgado y Cabrera. 

El Vasco da Gama de Romario se impuso en el tercer partido, que terminó 2-1, con gol de Aguinaga. 

En el partido por el tercer lugar los Rayos derrotaron al Real Madrid en serie de penaltis. 

El Necaxa regresó a México con la cara en alto, un buen torneo a cuestas y un gran resultado para el futbol mexicano.

EL TRISTE ADIÓS

La década de grandes éxitos atrajo a muchos aficionados, pero no se logró arraigo en la Ciudad de México.

Pese a los intentos de marketing de Televisa, a los títulos y los ídolos, el Necaxa se mudó a Aguascalientes en 2003 ante las pobres entradas al Estadio Azteca.

Esa decisión dejó un hueco que añoran esos fans que disfrutaron de uno de los mejores equipos, pero que no logró mantenerse en la senda ganadora.

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