Los reportes de violencia doméstica aumentaron en marzo en varias ciudades estadounidenses a medida que la pandemia continuaba extendiéndose en el país. Por ello, las autoridades están preocupadas por la seguridad de las familias mientras éstas permanecen aisladas en casa.
De los 22 departamentos policiales que respondieron a una solicitud de NBC News para conocer el número de llamadas relacionadas a casos de violencia doméstica que recibieron en el último mes, 18 señalaron que habían visto un aumento.
La policía de Houston recibió unas 300 llamadas más que en febrero. En Charlotte-Mecklenburg, Carolina del Norte, hubo unas 517 llamadas adicionales en marzo en comparación con el mismo mes del año pasado.
También puedes leer: Pentágono defiende el despido del capitán que alertó del COVID-19 en su buque
Katie Ray-Jones, directora de la National Domestic Violence Hotline, que normalmente recibe unas 2 mil llamadas y mensajes al día, señaló que el ritmo no ha incrementado notablemente desde el inicio de la pandemia.
Ella, sin embargo, estima que habrá un gran número de casos una vez que las medidas de distanciamiento desaparezcan.
“No pueden comunicarse con seguridad porque el autor (del acto violento) está sentado al lado”, declaró la directora.
Los refugios batallan para ayudar a víctimas de violencia doméstica
El aumento en el número de incidentes de violencia doméstica llega al mismo tiempo que los refugios para víctimas de abuso batallan para permanecer abiertos.
Muchos están operando casi al límite de su capacidad y han tenido que recurrir a hoteles locales para alojar a familias.
“Estamos luchando con la creciente demanda de servicios, pero al mismo tiempo tenemos menos recursos y apoyo financiero”, señaló Alejandra Y. Castillo, directora de YWCA USA, una organización que cuenta con docenas de refugios para víctimas de abuso en Estados Unidos.
