El capitán Brett Crozier informó que en el portaaviones USS Theodore Roosevelt había un brote de COVID-19. En lugar de atender el caso, la Armada de Estados Unidos lo relevó por generar pánico ante un problema “bajo control”.
Crozier envió una carta a sus superiores para pedirles que sacaran a los tripulantes del USS Theodore Roosevelt, ya que había personal contagiado con coronavirus.
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“No estamos en guerra. Los marinos no tienen que morir. Si no actuamos ahora, no estamos cuidando adecuadamente nuestro activo más confiable: nuestros marinos”, dijo el capitán Crozier en el documento dirigido al Pentágono.
Incluso, advirtió que a bordo del barco estaba aumentando el número de contagiados porque los tripulantes viven en espacios confinados.
Su carta, fechada el 30 de marzo, también denuncia que la Marina de Estados Unidos no está cuidando a su personal ante el brote de COVID-19.
Thomas Modly, secretario en funciones de la Armada estadounidense, criticó al capitán Crozier por tener un “juicio extremadamente pobre de la situación” y por “crear la percepción de que la Marina no está haciendo su trabajo”. Él mismo reveló que había al menos 100 casos positivos al COVID-19 dentro del portaviones, pero que la situación estaba “bajo control”.
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Este jueves, Modly anunció que el capitán iba a ser relevado de su cargo en el USS Theodore Roosevelt. Al día siguiente, el Brett desembarcó del portaviones. Los marineros lo despidieron con aplausos y corearon al unísono “¡Capitán Crozier, Capitán Crozier!”.
En uno de los videos durante la salida del capitán se escucha cómo una persona gritó que él era “The GOAT” (el mejor de todos los tiempos).
Tras darse a conocer el total de casos positivos al COVID-19, los 4 mil tripulantes fueron evacuados al puerto de Guam y puestos en cuarentena.
