La Policía Nacional Civil de Guatemala detuvo a más de 900 personas que infringieron la orden de permanecer en casa durante las primeras 12 horas del toque de queda impuesto desde el domingo pasado.
Los aprehendidos fueron trasladados ante los tribunales de las diferentes demarcaciones en las que estaban. Ahí esperaron a que los jueces de turno los procesaran, les dieran medidas sustitutivas o los recluyeran en prisión preventiva.
La fuerza pública señaló que, entre los casi mil detenidos de este lunes, hubo casos en los que los ciudadanos estaban ingiriendo bebidas alcohólicas; de igual manera, encontraron que algunos portaban armas de manera ilegal.
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El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, impuso la medida de aislamiento el domingo. Ésta forma parte del acuerdo 6-2020, el cual tiene como propósito reducir la curva de contagio del coronavirus.
La pandemia ha alcanzado a 20 guatemaltecos, entre los cuales está una menor de tres años, así como una persona de 85 años que falleció a causa del virus.
El toque de queda, que estará vigente hasta el 29 de marzo, no aplica para vehículos de emergencia y servicios a domicilio de restaurantes y farmacias.
Tanto el domingo como el lunes, los policías patrullaron las calles avisando a los ciudadanos que el toque de queda estaba próximo a comenzar.
Guatemala ordenó el lunes de la semana anterior el cierre de fronteras, la suspensión de labores públicas y privadas, además de restricciones para el transporte público.
