Foto: Reuters
Los brotes de coronavirus en asilos de ancianos en Washington, Illinois, Nueva Jersey y otras regiones de Estados Unidos ponen en evidencia los problemas crónicos de estas instituciones. Están incapacitados para controlar las infecciones, no tienen personal suficiente y los bajos salarios impiden a los empleados tomarse licencias por enfermedad.
El foco más peligroso de COVID-19 en la Unión Americana fue justamente en un asilo: el Life Care Center de Kirkland. Tan solo en este recinto de un suburbio de Seattle se han registrado 35 muertes, hasta el momento.
Los investigadores federales creen que uno de los factores en este caso fue el hecho de que los empleados mal pagados fueron a trabajar a pesar de estar infectados. También estiman que ellos pudieron extender el contagio a otros establecimientos.
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Aparte de ese foco, al menos 15 más han muerto y decenas han sido infectados de coronavirus en instituciones similares en todo el país:
“Los asilos para ancianos habrían sido grandes focos, pero esto se magnificará dada la gran escasez de personal”, dijo David Grabowski, profesor de la Universidad de Harvard. “Podría ser peor que nunca en los asilos actuales”.
“Más perturbador aún, dijo, es que el 75% de los asilos del país no cumple con las pautas federales sobre el mínimo de personal. Además, muchos de los empleados carecen de experiencia. Cuatro de cada cinco empleados trabajan por hora. Por las bajas remuneraciones, renuncian para trabajar en el sector minorista y de restaurantes, justo cuando han adquirido capacitación.
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La crisis del COVID-19 no vino a exacerbar los problemas de personal en los 15 mil centros de cuidado de adultos mayores en Estados Unidos. dicen los expertos. Las cuarentenas y los cierres de escuelas obligan a muchos de ellos a quedarse en casa y ocuparse de sus hijos.
“La gente más vulnerable está en una situación en que los asilos no hacen lo que se debe hacer porque tienen poco personal, con capacitación insuficiente y muchas renuncias”, dijo Steven Levin, un abogado de Chicago que ha demandado a varios centros.
Otro factor es el control insuficiente cuando surgen los brotes de infecciones. Casi 10 mil asilos incumplieron al menos una medida de control en los últimos cuatro años, de acuerdo con un análisis de Kaiser Health News.
Algunas de las “deficiencias” parecen ser relativamente menores, tales como los registros incompletos. Pero otras son más graves, como que el personal no se lava las manos antes de cambiar el pañal de un adulto mayor o les permiten caminar descalzos sobre un piso sucio.
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