Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador escaló el nivel de intimidación contra el periodista Carlos Loret de Mola y Latinus. El ataque llega después de 15 días consecutivos en los que el presidente ha intentado amordazar y coaccionar el ejercicio periodístico desde la tribuna más alta de su poder: el Palacio Nacional.
Preocupa el tono utilizado por López Obrador, más cercano a un autócrata que a la figura de un presidente que respete los elementales valores democráticos, como son acatar la Constitución, la libertad de expresión y el resguardo de los datos personales protegidos por nuestras leyes.
Desde Latinus rechazamos el abuso de poder del presidente López Obrador, quien dio a conocer información que pone en riesgo la integridad del periodista Carlos Loret de Mola y su familia, con lo que busca acallar y vulnerar el ejercicio periodístico en este país.
Aquí lo hemos dicho, y lo seguiremos haciendo: el periodismo ha de exhibir y denunciar los temas que los gobiernos buscan no exponer al escrutinio público.
El presidente no ha podido desmentir el reportaje que exhibió la súbita riqueza de su hijo, José Ramón López Beltrán, ni los conflictos de interés al habitar una mansión en Houston, propiedad de un alto ejecutivo de la empresa petrolera Baker Hughes, contratista de Pemex.
Latinus seguirá ejerciendo su derecho a informar a pesar de los intentos de intimidación y presiones gubernamentales propios de sistemas autoritarios que consideran que la crítica y el periodismo son una amenaza.
Ante el acoso y las agresiones, nuestra respuesta es clara: no nos callarán y seguiremos haciendo periodismo al costo que sea.