Por Cecilia Reynoso y José Manuel Martínez

Se cumplen dos semanas del asesinato de Hipólito Mora, el agricultor de limón que en 2013 se levantó en armas para enfrentar a la delincuencia organizada en la región de Tierra Caliente, en Michoacán.

Un mes y 13 días antes de su asesinato, Latinus lo entrevistó en el comedor de su casa en el poblado de La Ruana, municipio de Buenavista. Ahí dijo sentirse orgulloso de haber organizado a los ciudadanos para vigilar y denunciar a los delincuentes, quienes han tomado el control de la Tierra Caliente a través de la extorsión, el cobro de piso, los asesinatos y las desapariciones.

Hipólito Mora sabía que su vida corría peligro y que había una sentencia de muerte por las críticas que realizaba a los gobiernos estatal y federal, y al grupo de “Los Viagras“, que hoy tiene controlado el territorio de la Tierra Caliente.

Esa fue una de sus últimas entrevistas porque el 29 de junio un comando armado atacó su camioneta blindada con granadas, balas y fuego. El vehículo donde Hipólito Mora falleció recibió más de mil balazos y fue incendiado.

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