Por Héctor Gordoa
La profesionalización de las policías estatales y municipales no es una prioridad para la estrategia de seguridad impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así lo evidencia un estudio de la organización Causa en Común. El análisis destaca la reducción y casi desaparición de los fondos destinados a la capacitación, equipamiento y mejora de salarios de los elementos de las corporaciones policiacas locales.
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El subsidio para el Fortalecimiento del desempeño en materia de seguridad pública a los municipios (Fortaseg), que beneficiaba a 300 municipios con altos índices delictivos, recibía en promedio unos cuatro mil millones de pesos anuales entre los años 2018 y 2020, pero literalmente desapareció en 2021 y 2022. Para el 2023 el Presupuesto de Egresos de la Federación asignó solo mil millones de pesos al programa.
De acuerdo con el estudio, Las policías en México: radiografía de un retraso crónico 2018-2022, en esta administración federal, mil 818 elementos policiacos han sido asesinados, es decir, un promedio de 1.21 agentes mueren al día.
La situación de vulnerabilidad se recrudece para los policías municipales, siendo los que más bajas han sufrido en dicho periodo, seguidas de las estatales y en tercer lugar las federales.
"En los últimos años, lo que ha predominado es una militarización acelerada en detrimento de las policías locales", dice el estudio de Causa en Común.
De hecho, durante la presente administración federal, las condiciones deficientes en las que se tienen que desempeñar los elementos de seguridad pública provocaron 331 movilizaciones de policías, de las cuales 152 terminaron en paros laborales.
El bajo salario que perciben los elementos de seguridad es una de las principales causas del rendimiento ineficiente. En un comparativo nacional hay grandes diferencias de ingresos, mientras en Quintana Roo un policía recibe 18 mil 24 pesos mensuales, en Veracruz el sueldo es de 8 mil 651 pesos.
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Además del riesgo implícito en su labor, los policías locales están sujetos a horarios, en su mayoría, de 24 por 24 horas, lo que impacta en su salud. El estudio detectó padecimientos como aumento o disminución de peso, irritabilidad, insomnio, ansiedad, nerviosismo y fatiga crónica.
Otro elemento que se identificó es que los elementos de la Guardia Nacional y algunos directores de seguridad forman o formaron parte del Ejército y las condiciones laborales se volvieron más exigentes e incluso hay testimonios de hostigamiento laboral, acoso, discriminación y violación a los derechos laborales del personal de origen civil.