Por Amado Azueta
Las fuerzas de seguridad locales y federales ubicadas de la Ciudad de México (CDMX) se encuentran en “código rojo” desde las 9:00 horas.
A la misma hora que Ovidio Guzmán arribó al hangar de la Fiscalía General de la República (FGR), ubicado en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la CDMX, las fuerzas de seguridad aplicaron el protocolo de alerta máxima.
El “código rojo” se decretó ante la eventual posibilidad que grupos afines al capo intentaran cometer actividades violentas como las que realizaron en Culiacán, Sinaloa.
Mientras Ovidio Guzmán era trasladado hacia las instalaciones de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), la infraestructura estratégica de la capital empezó a ser resguardada por elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX.
Los principales accesos vehiculares a la capital como son las autopistas de Puebla, Cuernavaca, Querétaro y Pachuca reforzaron su vigilancia ante cualquier situación que pusiera en riesgo las instalaciones y a la población en general.
En otros lugares donde se aplicó el protocolo fueron inmuebles, construcciones e instalaciones de energía eléctrica y depósitos de combustible y gas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En el caso de la paraestatal, los vehículos utilizados para transportar combustibles como gas y gasolina, fueron resguardados en instalaciones en el Estado de México y algunos de ellos tuvieron que ser escoltados por camionetas de la Guardia Nacional.
Desde las 17:40 horas, Ovidio Guzmán fue trasladado vía aérea al Centro Federal de Readaptación Social número uno, ubicado en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Sin embargo, el “código rojo” se mantiene en la Ciudad de México.