Por Mario Gutiérrez Vega
Ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ni la Secretaría de Marina (Semar) son capaces de planificar y ejecutar de forma conjunta operaciones de fuerzas especiales con Estados Unidos, las cuales ayudarían a contrarrestar las amenazas comunes y mejorar la seguridad en la región.
Un análisis elaborado en conjunto por la Sedena, la Semar y el Comando Norte de los Estados Unidos, que depende del Departamento de Defensa, refiere que las unidades mexicanas carecen de "funciones y responsabilidades codificadas" para realizar tareas en grupo.
El diagnóstico fechado en enero de 2022 detalla la capacidad limitada de las fuerzas especiales de México y Estados Unidos para comunicarse de forma segura durante operaciones y ejercicios conjuntos.
También muestra la preocupación del Comando Norte de los Estados Unidos por las limitaciones que tienen las fuerzas armadas mexicanas y la necesidad de capacitación inmediata para homologar capacidades.
Este informe se encuentra entre los miles de correos hackeados a la Sedena por el grupo "Guacamaya" y es parte de las comunicaciones que se han dado en 2022 entre funcionarios del gobierno de Estados Unidos y la oficina de enlace de la Sedena con el Departamento de Defensa.
El documento aborda varios de los temas que se trataron este jueves en el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad entre ambos países realizado en Washington y en el que participaron el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el secretario de Estado, Antony Blinken.
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En el encuentro, ambos funcionarios expresaron la importancia de mantener acciones conjuntas, principalmente en materia de inteligencia.
Sin embargo, el análisis revisado por Latinus y que fue extraído por los hackers "Guacamaya" establece que las fuerzas especiales mexicanas tienen una "integración limitada de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en la planificación y ejecución de operaciones".
Ante esta realidad, el documento plantea soluciones y propuestas para que antes de 2029 las unidades de "nivel 1" de la Sedena y la Semar planifiquen y ejecuten con éxito misiones de fuerzas especiales en centros de entrenamiento de combate y así demostrar su compatibilidad operativa con el ejército estadunidense.
El objetivo final es que las unidades de México reciban adiestramiento de Estados Unidos y que a su vez los militares mexicanos puedan enseñar lo que han aprendido a otros soldados y marinos.
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"Fuerzas especiales de México autogenerarán conjuntos de habilidades operacionalmente compatibles con las fuerzas especiales de Estados Unidos, incluyendo neutralización de armas de destrucción masiva, operaciones de apoyo de información militar y calificaciones básicas de operador de fuerzas especiales", se establece como uno de los objetivos secundarios.
Estados Unidos busca fortalecer el monitoreo cibernético
Otro de los documentos contenidos en los correos hackeados por "Guacamaya" revela cómo el gobierno de Estados Unidos busca que las fuerzas armadas mexicanas fortalezcan la detección y el monitoreo cibernético para controlar amenazas.
A través del Comando Norte, el Departamento de Defensa de Estados Unidos busca capacitar, dotar de equipos y desarrollar una estrategia en ciberseguridad para las Fuerzas Armadas mexicanas.
"Para el año 2028, la Sedena y la Semar dispondrán de capacidades avanzadas en todas sus fuerzas para monitorear, detectar, responder y recuperarse de las ciberamenazas", detalla el planteamiento operativo del documento conjunto que han trabajado ambos países.