El gobierno italiano decidió interrumpir todas las actividades productivas, excepto las que son esenciales para los ciudadanos, con el fin de contener la propagación del COVID-19. La medida entró en vigor este sábado y se extenderá hasta el 3 de abril.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo, que es una “decisión difícil”, pero “necesaria” para “afrontar la fase más aguda” de la pandemia por coronavirus.
Se cierran “en todo el territorio nacional todas las actividades productivas no necesarias e indispensables para garantizar servicios esenciales. Continuarán abiertos supermercados y negocios alimentarios de primera necesidad”, señaló.
También seguirán abiertas las farmacias, los servicios bancarios, postales de aseguradoras y servicios públicos esenciales como el transporte.
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Subrayó que todas las empresas deben fomentar el trabajo a distancia. Solo continuarán trabajando los empleados que realicen actividades “relevantes para la producción nacional” en fábricas de todo el país.
Algunas personas en el país están en contra de esta propuesta, como el ex primer ministro, Matteo Renzi, que ha dicho que sería un error porque crearía largas colas y se incrementaría el riesgo de contagios.
“No hay ninguna restricción a los días de apertura de supermercados, invito a todos a mantener la calma, no hay necesidad de acudir en masa y crear largas colas”, argumentó.
Pidió a todos los italianos a respetar “las normas, con paciencia, responsabilidad y confianza” para que el número de contagios disminuya. Reconoció que “quedarse en casa no es fácil” pero que es la única solución para proteger las vidas de todas las personas.
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Mueren 793 personas en un día en Italia
La cifra de muertos en Italia subió a 4 mil 825 fallecidos por coronavirus, 793 decesos se dieron en un día. El número total de contagios es de 53 mil 578.
Más del 60% de las últimas muertes ocurrieron en Lombardía, cuyos hospitales han estado tambaleándose bajo una carga monumental de casos. El problema ha dejado limitado el acceso a camas de cuidados intensivos y respiradores artificiales.
Los nuevos aumentos se producen casi dos semanas después de una cuarentena nacional en un intento desesperado por contener la propagación del virus. El sábado entraron en vigencia reglas más estrictas para el cierre de parques y parques infantiles en todo el país, en un intento desesperado por disuadir a los italianos de congregarse al aire libre.