1.- Lavar las manos frecuentemente con un gel antiséptico, o con agua y jabón. El coronavirus puede transmitirse al tocar superficies contaminadas o a enfermos, por lo que esta acción reduce los riesgos.

2.- Limpiar regularmente determinadas superficies, como los escritorios en lugares de trabajo o en la cocina.

3.- Asegurarse de que la información sobre el coronavirus procede de fuentes fiables, como las agencias nacionales de salud pública, profesionales médicos, o la propia Organización Mundial de la salud (OMS).

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4.- Evitar salir de casa si se tiene fiebre o tos. Si se cae enfermo durante un vuelo, informar inmediatamente a la tripulación, y una vez en el domicilio, contactar con profesionales sanitarios, contándoles dónde se ha estado.

5.- Toser o estornudar sobre la manga del brazo (no sobre la mano) o usar un pañuelo que deberá ser inmediatamente tirado a la basura, para después lavarse las manos.

6.- Si se tiene más de 60 años o problemas de salud como una enfermedad cardiovascular, respiratoria o diabetes, hay mayor riesgo ante un hipotético contagio, por lo que deben tomarse precauciones extra, evitando zonas concurridas o lugares donde podría haber contacto con potenciales enfermos.

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7.- En caso de sentirse mal, quedarse en casa y llamar a un médico o un profesional sanitario, que debería preguntar los síntomas, dónde se ha estado y con quién se ha tenido contacto.

8.- En caso de caer enfermo, quedarse en casa, separarse del resto de la familia, incluso al comer y dormir, y utilizar diferentes cubiertos y platos.

9.- Llamar al médico si se nota falta de aliento.

10.- En caso de vivir en una comunidad afectada, es comprensible sentir ansiedad. En caso de ser inmanejable, se recomienda buscar ayuda profesional, y a la vez informarse sobre cómo garantizar la seguridad en lugares de trabajo, escuelas o lugares de reunión.