AP.- El mundo se enfrentó el domingo a las enormes implicaciones después que Estados Unidos se involucrara en la guerra de Israel contra Irán con un ataque que planteó preguntas urgentes sobre lo que quedaba del programa nuclear de Teherán y cómo podría responder su debilitado ejército.
Algunos observadores advirtieron que el futuro de los esfuerzos mundiales para contener la proliferación de armas nucleares estará en juego en los próximos días.
Irán arremetió contra Estados Unidos por cruzar “una línea roja muy grande” con su arriesgada decisión de atacar tres instalaciones nucleares iraníes con misiles y bombas antibúnker de 13 mil 600 kilogramos.
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“El gobierno belicista y forajido en Washington es única y totalmente responsable de las peligrosas consecuencias y las implicaciones de largo alcance de su acto de agresión”, indicó el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araghchi.
Aseguró que volará de inmediato a Moscú para coordinare con su aliado.
El presidente iraní Masoud Pezeshkian le preguntí a su homólogo francés, según el sitio web oficial de la presidencia iraní, que "¿qué haría Francia ante esta situación?" agregó que "naturalmente deberían de recibir una respuesta ante la agresión".
El embajador iraní ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Saeid Iravani, aseguró en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Estados Unidos “decidió destruir la diplomacia” y que el ejército iraní decidirá el “momento, naturaleza y escala” de la "respuesta proporcional" del país.
En medio de los temores sobre un conflicto regional más amplio, el gobierno de Trump envió un mensaje claro sobre querer reiniciar las conversaciones diplomáticas con Irán.
“Reunámonos directamente”, dijo el secretario de Estado Marco Rubio en una entrevista con CBS.
El secretario de Defensa Pete Hegseth declaró a los periodistas que Estados Unidos “no busca la guerra” con Irán.
Por su parte Teherán señaló que el tiempo para la diplomacia había pasado y que tenía el derecho a defenderse.
El presidente Donald Trump advirtió anteriormente que habrá ataques adicionales si el país antes mencionado tomaba represalias contra las fuerzas estadounidenses.
Decenas de miles de efectivos estadounidenses están basados en el Medio Oriente.
"Habrá paz o habrá tragedia para Irán", sostuvo Trump, quien actuó sin autorización del Congreso.
La Organización de Energía Atómica de Irán confirmó que se produjeron ataques en las instalaciones de enriquecimiento de Fordo y Natanz, así como en su sitio nuclear de Isfahán.
Tanto Irán como el organismo de control nuclear de la ONU dijeron que no había señales inmediatas de contaminación radiactiva en los tres lugares tras los ataques.
Trump afirmó que su país "completa y totalmente destruyó" los sitios, pero el Pentágono informó de "daños y destrucción extremadamente severos y sostenidos".
El portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, aseguró que "el daño es profundo", pero la evaluación con Estados Unidos continuaba.
“Estamos muy cerca de lograr nuestros objetivos” en la eliminación de las amenazas nucleares y de misiles, declaró el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el domingo por la noche.
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, declaró en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU que nadie estaba en posición de evaluar el daño subterráneo en Fordo, pero señaló que los cráteres visibles coincidían con los anuncios del país estadounidense.
Indicó que los inspectores del Organismo en Irán deberían poder examinar los sitios.
La Junta de gobernadores del organismo de control nuclear de la Organización planeaba celebrar una reunión de emergencia el lunes.
Grossi enfatizó que aún quedaba un camino para la diplomacia, pero si eso falla, “la violencia y la destrucción podrían alcanzar niveles impensables”, y los esfuerzos globales de no proliferación nuclear “podrían desmoronarse”.
Con el ataque, Estados Unidos se insertó en una guerra que pasó décadas tratando de evitar.
El éxito significaría poner fin a las ambiciones nucleares de Irán de una vez por todas y eliminar la última amenaza significativa para la seguridad de Israel.
Pero el fracaso, o el exceso, podría sumir a su aliado en el vórtice de otro conflicto largo e impredecible en el Medio Oriente.
Para el líder supremo de Irán, podría marcar el fin de una campaña ambiciosa para transformar a la República Islámica en una potencia regional mayor que mantiene material nuclear enriquecido a un paso de ser de grado armamentístico.
El ayatolá Ali Jamenei habló públicamente por última vez el miércoles, advirtiendo a Estados Unidos que los ataques dirigidos a la República Islámica "resultarán en daños irreparables para ellos".
Irán, golpeado por el asalto de Israel que comenzó el 13 de junio, tiene formas limitadas de tomar represalias, ya que sus aliados clave se han mantenido mayormente al margen.
Una de sus posibles ofensivas es lanzar una ola de ataques contra las fuerzas estadounidenses estacionadas con los misiles y cohetes que Israel no ha destruido.
También podría intentar cerrar un cuello de botella clave para el suministro global de petróleo, el Estrecho de Ormuz —vía marítima importante para su distribución— entre él y los Emiratos Árabes Unidos.
La última de sus opciones provocaría un conflicto mucho mayor porque podría apresurarse a desarrollar un arma nuclear con lo que queda de su programa, el principal temor de los israelíes.
Nuevas preguntas sobre las reservas nucleares de Irán
Irán sostuvo que su programa nuclear únicamente tiene fines pacíficos, y las agencias de inteligencia de estadounidense evaluaron que Teherán no está desarrollando activamente una bomba.
Sin embargo, Trump y los líderes israelíes afirmaron que sí y que podría ensamblar rápidamente una.
Israel degradó significativamente las defensas aéreas de Irán y las capacidades de misiles ofensivos, así como dañar sus instalaciones de enriquecimiento nuclear.
Pero solo el Ejército de Estados Unidos tiene las bombas antibúnker que los funcionarios creen que ofrecieron la mejor oportunidad de destruir sitios profundamente subterráneos.
Catorce de las bombas fueron utilizadas en Natanz y Fordo, según el Pentágono.
Expertos se apresuraron a responder la pregunta urgente: ¿qué ha pasado con el stock de uranio y centrifugadoras de Irán?
Imágenes satelitales tomadas por Planet Labs PBC después de los ataques estadounidenses, analizadas por The Associated Press, mostraban daños en la instalación.
Las imágenes sugieren que Irán llenó los túneles de entrada a Fordo con tierra y tenía camiones en la instalación antes de los ataques estadounidenses.
Varios funcionarios iraníes, incluido el portavoz de la Organización de Energía Atómica, Behrouz Kamalvandi, afirmaron que el país sacó material nuclear de los sitios atacados.
Antes de que comenzara la campaña militar israelí, Irán dijo que había declarado un tercer sitio, desconocido, como una nueva instalación de enriquecimiento.
“Quedan preguntas sobre dónde podría estar almacenando Irán sus reservas ya enriquecidas ... Ya que casi con certeza habrán sido trasladadas a ubicaciones endurecidas y no reveladas, fuera del alcance de posibles ataques israelíes o estadounidenses”, manifestó Darya Dolzikova, investigadora principal del Royal United Services Institute centrada en cuestiones de no proliferación.
Líderes mundiales respondieron con sorpresa y llamados a la moderación.
Egipto advirtió sobre “graves repercusiones” para la región. Bahréin, hogar de la Quinta Flota de la Marina de Estados Unidos, instó a Irán y a Estados Unidos a “reanudar rápidamente las conversaciones”.
Decisiones de Trump y los riesgos
La decisión de atacar fue arriesgada para Trump, quien ganó la Casa Blanca con la promesa de mantener a Estados Unidos fuera de costosos conflictos extranjeros.
Pero también prometió que no permitiría que Irán obtuviera un arma nuclear, y al principio esperaba que la amenaza de fuerza llevara a los líderes del país a renunciar a su programa de esta índole.
Para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, los ataques fueron la culminación de una campaña de décadas para lograr que su aliado ataque al principal rival regional y a su programa.
Israel es ampliamente considerado como el único país de Medio Oriente con armas nucleares, aunque nunca lo ha reconocido.
Netanyahu elogió a Trump, diciendo que “su audaz decisión de atacar las instalaciones nucleares de Irán, con el impresionante y justo poder de Estados Unidos, cambiará la historia”.
El Ejército israelí indicó el sábado que se estaba preparando para la posibilidad de una guerra prolongada.