EFE.- Pocos pasajeros se encontraban en las primeras horas de este domingo en los mostradores de Air India en el aeropuerto internacional de Ahmedabad.
Algunos de los que iban a tomar un avión lo hacían con miedo y reservas, tres días después del siniestro del vuelo AI-171, que se estrelló pocos kilómetros después de despegar contra una residencia hospitalaria y dejó a casi toda su tripulación muerta.
Para Anmol Seth, empresario local en el sector farmacéutico, lo que ha ocurrido es “muy desafortunado”.
“Dicen que los dos motores del avión (un Boeing 787 Dreamliner que cubría la ruta entre Ahmedabad y Londres-Gatwick) fallaron, eso es algo improbable", aseguró.
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“Ha sido devastador. Tuvimos que cerrar nuestra oficina. No se podía trabajar con ese ánimo”, añade Seth, quien viaja a Nueva Delhi para volar desde allí a Singapur.
Para Meenal Khandelwal, residente en la ciudad de Udaipur quien viaja este domingo al estado occidental de Goa en una aeronave de otra aerolínea, el temor no se limita a Air India.
“Viajamos a Goa con IndiGo, pero da miedo volar ahora”, dice a EFE “Nuestras familias 'tenían miedo' a que voláramos y nos pidieron que cancelásemos nuestro viaje, pero la compañía no nos ofreció la posibilidad de cambiar el vuelo ni de devolvernos el dinero”, detalló.
Cronología del accidente
Según la cronología oficial de los hechos, revelada el sábado por el Ministerio de Aviación Civil, detalló la rapidez del suceso.
El vuelo habría despegado a la 1:39 de la tarde, hora local, y segundos después el piloto habría mandado una señal de "ayuda" antes de perder vuelo y estrellarse en un edificio de residentes médicos.
Por su parte, el Control de Tráfico Aéreo intentó contactar con la cabina, pero no tuvieron respuesta.
Este accidente se ha convertido en el "más trágico" de India, pues, dejó varias víctimas mortales y un único sobreviviente que era también pasajero.
Esta "crisis de confianza" llegó en un momento de expansión clave para el sector aéreo indio.
Ya que la compañía Air India es la segunda mayor operadora de vuelos en este país asiático, el más poblado del mundo.
Su accionista mayoritario, el conglomerado indio Tata, cuenta con 191 aeronaves, entre ellas 34 del modelo Boeing 787 Dreamliner.
El accidente ha coincidido con un momento de despegue en el sector, con Air India y su principal competidor, IndiGo, liderando este crecimiento.
La semana pasada, el primer ministro indio, Narendra Modi, calculó que la India superará los 500 millones de viajeros en 2030, y en octubre, la aerolínea protagonizó una de las mayores operaciones del sector al absorber a la compañía.
El gigante aéreo indio se enfrenta ahora a uno de sus momentos de mayor incertidumbre.
La crisis de suministro existente en el sector, se suma ahora al escenario mundial de incertidumbre comercial, la inestabilidad de las rutas entre Europa y Asia y la posible desconfianza después del accidente de Gujarat.
El siniestro también golpea la imagen de Ahmedabad, ciudad más poblada del estado y de donde es originario Modi.
A menudo descrita como “la punta de lanza” del crecimiento de este país, lidera los listados en términos de limpieza urbana y persigue el objetivo de convertirse en la primera sede olímpica de la India en 2036.
“Esto va a ser difícil para Ahmedabad”, reconocieron algunos pasajeros.
Por el momento, la investigación en torno al suceso continúa después de que el viernes se hallasen las cajas negras de la aeronave, claves para las pesquisas.
Este suceso causó la muerte de más de 270 personas, según fuentes consultadas por EFE si bien aún no hay un balance oficial de los muertos; otros medios afirman que la cifra es de al menos 290 víctimas.