AP.– Las autoridades rusas trataban de apagar el martes el enorme incendio que ardía por tercer día consecutivo en Rostov, una región del sur del país, luego de que un dron ucraniano alcanzó un depósito de combustible, mientras las tropas de Kyiv continúan adentrándose en la provincia rusa de Kursk.
El incendio en el depósito de la localidad de Proletarsk ha arrasado una extensión de alrededor de 10 mil metros cuadrados, según las agencias noticiosas estatales rusas.
En el operativo para apagar el fuego trabajan 500 soldados, de los cuales 41 han sido hospitalizados con heridas, reportó loa agencia estatal TASS citando a funcionarios locales.
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El Estado Mayor del Ejército de Ucrania se atribuyó el domingo la responsabilidad por el ataque contra el depósito, utilizado para abastecer al ejército ruso, y dijo que era una operación para “socavar el potencial económico y militar de la Federación Rusa”.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que la audaz incursión en Kursk ha permitido a su ejército capturar un número importante de prisioneros que podrán ser utilizados en intercambios por ucranianos capturados, ampliando así los objetivos de Kyiv en la misión lanzada hace dos semanas.
Antes había dicho que su país buscaba crear una zona de seguridad que pudiese prevenir ataques transfronterizos de Moscú, especialmente con artillería de largo alcance, misiles y bombas.
En general, esta operación (en Kursk) se ha convertido en nuestra mayor inversión en el proceso de liberación de hombres y mujeres ucranianos del cautiverio ruso”, dijo Zelenski a diplomáticos el lunes, según un comunicado publicado en Telegram más tarde en el día. “Ya hemos capturado al mayor número de prisioneros rusos en una única operación.
Zelenski dijo que el ejército ucraniano ha tomado mil 250 kilómetros cuadrados y 92 asentamientos en la región.
La incursión ucraniana en Kursk, la primera invasión de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, ha expuesto las vulnerabilidades rusas.
“Nuestras acciones ofensivas en la frontera, así como la incapacidad de (el presidente de Rusia, Vladímir) Putin de defender su territorio, son reveladoras”, indicó Zelenski. “Nuestra defensa proactiva es el contraataque más efectivo al terror ruso, causando importantes dificultades para el agresor”.
Pero mientras elogiaba el éxito de la operación en el país vecino, sus tropas enfrentan una situación complicada en la región del Donbás, donde Rusia se está acercando a la ciudad de Pokrovsk, obligando a las fuerzas de Kiev a retirarse y a los civiles a huir de sus casas.
La implacable ofensiva rusa de seis meses en la región ucraniana de Donetsk tras la captura de Avdiivka ha tenido un alto costo para Kyiv en términos de tropas y armamento. Los defensores no han tenido más opción que retirarse de posiciones destrozadas por la artillería, los misiles y las bombas de Moscú.
Pokrovsk es uno de los principales bastiones defensivos de Ucrania y un centro logístico clave en la región de Donetsk. Su captura podría comprometer la capacidad defensiva de Kyiv y las rutas de suministro y acercar al Kremlin a su objetivo de tomar toda la provincia.
Rusia quiere controlar todo Donetsk y la vecina provincia de Luhansk, que juntas conforman la región industrial del Donbás.