EFE.- El empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, vinculado con donaciones al rey emérito español, Juan Carlos I, ha negado este jueves ante un juez en España que facilitara el fraude fiscal de un médico de estética del que fue paciente el anterior jefe de Estado de España.
Sanginés-Krause es un empresario mexicano afincado en Londres al que se atribuye la donación del dinero con el que Juan Carlos I pagó gastos personales y de algunos miembros de su familia tras la abdicación mediante tarjetas opacas, según se desprende de la investigación que la fiscalía archivó el pasado mes de marzo sobre los supuestos negocios ocultos del rey emérito.
En su declaración, el empresario, coleccionista de arte y exdirectivo del banco de inversión Goldman Sachs, reconoció que, por amistad, hizo regalos y pagó viajes a Juan Carlos I por valor de unos 270 mil euros entre 2017 y 2018.
Ahora, según han informado fuentes jurídicas, el empresario ha comparecido ante un juez de Barcelona por una querella de la fiscalía que le acusa, junto a su mujer y al médico del rey emérito, de tres delitos contra la Hacienda pública.
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En concreto, mantiene la fiscalía, el magnate mexicano inyectó 1.3 millones de euros en la clínica que gestiona el médico, un prestigioso centro de estética de Barcelona, en una ampliación de capital simulada que en realidad pretendía enmascarar los beneficios de la sociedad, para defraudar 600 mil euros a la Hacienda pública.
El magnate ha negado que la ampliación de capital en la clínica de estética fuera una simulación para facilitar el fraude fiscal y ha mantenido que se animó a invertir en el centro por su potencial económico