EFE.- Representantes de instituciones internacionales y medio centenar de gobernantes se darán cita la próxima semana en París, a iniciativa del presidente Emmanuel Macron, en busca de un nuevo pacto financiero mundial que favorezca la cooperación, la lucha por el clima y restaure la confianza norte-sur.
El encuentro de alto nivel, nombrado “Cumbre por un nuevo pacto financiero mundial”, se desarrollará los próximos 22 y 23 de junio en el Palais Brongniart, con la participación de personalidades como el jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el primer ministro chino, Li Qiang, o la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.
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Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y Cuba, Miguel Díaz-Canel, serán los otros dirigentes latinoamericanos que asistirán, según anunció el Elíseo este viernes.
En total, los países presentes sumarán un centenar. España estará representada por la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Filántropos, representantes de la sociedad civil y de las grandes instituciones internacionales, como el nuevo presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, o el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, viajarán igualmente a París en respuesta a la llamada del presidente francés.
El objetivo es que ningún país del mundo “tenga que elegir entre la reducción de la pobreza y la protección del planeta”, indicaron este viernes fuentes del Elíseo a una semana de la cumbre.
Se trata de una iniciativa abierta y “ad hoc”, afirmaron las fuentes, para hacer avanzar la conversación, ya que Francia no ha recibido ningún mandato específico para tomar decisiones concretas.
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Ese formato, aseguraron, es más inclusivo que otros, como las reuniones del G20, ya que permitirá una mayor participación de la sociedad civil y de los países pequeños.
Pese a ello Francia sí buscará poner sobre la mesa de debate medidas concretas, como la aplicación de una tasa a las emisiones de carbono al transporte marítimo o la restructuración de la deuda de los países con menos recursos.
Y, sobre todo, París quiere que 2023 sea el año en el que por fin se cumpla la promesa, realizada en 2009 durante la Conferencia del Clima de Copenhague, de que los países ricos envíen ayudas anuales por valor de 100 mil millones de dólares a los países más pobres para luchar contra el cambio climático sin dejar de lado su desarrollo.
“2023 debería ser el año en el que la comunidad internacional debería estar a la altura de esa promesa”, señalaron las fuentes del Elíseo.
Para el gobierno francés, aunque las cifras totales anuales no se conocen hasta pasados dos años, hay un “sentimiento de que los países que se habían comprometido no han cumplido” y el desbloqueo de ese compromiso es fundamental para recuperar la confianza norte-sur.
Esta búsqueda de nuevos consensos internacionales, de la que París quiere ser solo el primer paso, debería llevar a una reforma de las grandes instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, surgidas de los pactos de Bretton Woods a finales de la Segunda Guerra Mundial.