EFE.- La crisis alimentaria mundial afecta a 153 millones de menores de 18 años, lo que representa casi la mitad de los 345 millones de personas que enfrentan un hambre aguda, lo que tiene “consecuencias devastadoras para su educación”, alertó hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.
El PMA advirtió de que la crisis alimentaria puede agravar la falta de aprendizaje sufrido durante la pandemia por el cierre de las escuelas, por lo que es urgente priorizar los programas de salud y nutrición escolar, ampliar las redes de seguridad y lograr una respuesta sólida de los donantes.
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“Como todos los padres y maestros entienden, el hambre es una de las mayores barreras para el aprendizaje efectivo, y el aumento del hambre entre los niños ahora representa un peligro real y presente para la recuperación del aprendizaje”, señaló el enviado especial de la ONU para la Educación Global, Gordon Brown, en un comunicado.
Además de incentivar los programas de comidas escolares, Brown también indicó que la Cumbre de Educación Transformadora, que se celebrará en Nueva York el próximo lunes, es “una oportunidad fundamental para abordar la crisis del hambre".
Es por ello que el PMA, junto a la Nueva Asociación para el Desarrollo Económico de África (NEPAD) y organizaciones que trabajan en educación, incluida la Comisión de Educación presidida por el propio Brown, pide un plan de acción para restaurar los programas de alimentación escolar interrumpidos por la pandemia.
Las entidades demandan ampliar el alcance de este plan de acción a 73 millones de niños más, lo que supondría un costo de 5 mil 800 millones de dólares anuales, casi 5 mil 819 millones de euros.
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El plan complementaría medidas más amplias para combatir el hambre infantil, como la expansión de los programas de salud infantil y materna, el apoyo a los niños que no asisten a la escuela y una mayor inversión en redes de seguridad.