Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reforzaron hoy su alianza comercial, al tiempo que acordaron desbloquear definitivamente las exportaciones de cereal ruso y ucraniano, y apoyaron la integridad territorial de Siria.
La declaración final emitida tras varias horas de negociaciones cerca del mar Negro destaca que “las relaciones de confianza” entre ambos países son clave “para la estabilidad regional e internacional”.
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Sin mencionar la campaña militar en Ucrania, Rusia y Turquía acordaron seguir desarrollando sus relaciones “pese a los actuales desafíos regionales y globales”, respetando siempre los intereses de la otra parte y sus obligaciones internacionales.
“Hoy, todo el mundo dirige sus miradas a Sochi. ¿A qué se dedican?”, destacó Erdogan.
Ambas partes abogaron por el “pleno cumplimiento” de los acuerdos de Estambul para la exportación de cereales de forma que, no sólo Ucrania, sino también Rusia pueda exportar “sin obstáculos” su grano y abono.
Putin y Erdogan reconocieron “el importante papel de las relaciones constructivas entre ambos países a la hora de suscribir la iniciativa sobre el suministro seguro del cereal desde los puertos ucranianos”.
Al comienzo de su reunión en Sochi, Putin agradeció a Erdogan su papel en la firma de dicho acuerdo, que consideró “muy importante” en el marco de la crisis alimentaria mundial.
El carguero Razoni, el primero en zarpar de territorio ucraniano, llevó el lunes 26 mil 500 toneladas de maíz desde Odesa a Líbano cruzando el estrecho de Bósforo.
Otros tres buques debían partir el viernes desde los puertos ucranianos de Odesa, Chornomosk y Pvidenny, informaron las autoridades turcas.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió que Putin y Erdogan no llegaron abordar la posible compra de drones turcos Bayraktar, ante la carencia de dichos equipos en las unidades rusas que combaten en Ucrania.
Tampoco se informó si en la cumbre se trató en detalle la guerra en Ucrania, donde Ankara juega un papel de mediador, aunque las negociaciones de paz están estancadas actualmente y, de hecho, los combates se han recrudecido en el Donbás.
Moscú y Ankara acordaron ampliar sus intercambios en materia de energía, transporte, finanzas, agricultura o turismo, lo que llevará las relaciones “a un nuevo nivel en prácticamente todos los ámbitos” y a un volumen comercial de 100 mil millones de dólares, según el Gobierno ruso.
La “nueva página” que Erdogan quería abrir hoy no se tradujo en la firma del esperado memorándum sobre el desarrollo de las relaciones económico-comerciales.
Para eso el líder turco viajó a Rusia al frente de una amplia delegación comercial que incluía a los ministros de Exteriores, Defensa, Energía, Finanzas, Agricultura y Comercio.
En tanto, el viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, reveló que los líderes ruso y turco convinieron en que Ankara comience a pagar “parcialmente” el gas en rublos.
“Estamos pasando gradualmente al pago en la divisa nacional. Parte de los suministros se pagarán en rublos. Esto es, efectivamente, una nueva etapa que abre nuevas posibilidades”, explicó.
Recordó que Rusia suministra anualmente 26 mil millones de metros cúbicos de gas a Turquía.
Putin comentó que “los socios europeos deben estar agradecidos a Turquía porque garantiza el tránsito fluido de nuestro gas al mercado europeo”.
“El Turkish Stream, a diferencia de todas las demás rutas de nuestros suministros de hidrocarburos, funciona correctamente, de manera dinámica, sin fallos (…), se ha convertido en una de las principales arterias de abastecimiento de gas ruso a Europa”, resaltó.
En cuanto a la central nuclear turca de Akkuyu, que se construye con asistencia rusa y atenderá un 10% de la demanda de electricidad en el país, se habló de su inauguración el próximo año, según Novak.
Después de que Putin destacara la contribución de ambos a la estabilidad en Siria, defendieron “la unidad política e integridad territorial de Siria”.
Erdogan había destacado la importancia de la solidaridad ruso-turca en la lucha contra el terrorismo, en clara alusión a las milicias kurdas, y se mostró convencido de que la cumbre “reforzará esa tendencia”.
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Erdogan quiere conseguir el visto bueno de Putin para una nueva operación militar turca en el norte de Siria contra las milicias kurdas, las Unidades de Protección Popular (YPG), que Ankara viene anunciando desde hace semanas.
Al respecto, Peskov destacó hoy en su rueda de prensa telefónica diaria la “legítima preocupación” turca en materia de seguridad, pero consideró “muy importante” evitar acciones que provoquen “la desestabilización de la situación en Siria” o que amenacen su “integridad territorial”.
Rusia es el principal aliado político y militar del dictador sirio, Bashar al-Ásad, mientras que Turquía ha apoyado a milicias islamistas opositoras al régimen desde que comenzó esa guerra civil en 2011.