EFE.- Más de 10 mil residentes de la ocupada ciudad marítima de Mariúpol se encuentran actualmente en “prisiones” controladas por la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), cuyas autoridades prorrusas han sustituido a las ucranianas.
Estos datos fueron proporcionados la pasada noche en Telegram por el ayuntamiento de Mariúpol, cuyos ediles se encuentran en el exilio, y recogidos este lunes por las agencias locales ucranianas.
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“Residentes civiles pacíficos fueron detenidos por los ocupantes (rusos) y enviados a lugares de privación de libertad. Se sabe de varias prisiones de este tipo: dos en Olenivka, un centro de detención preventiva de (la región de) Donetsk y una en Makiyivka”, aseguraron las fuentes.
“Las personas se encuentran en condiciones terribles e inhumanas, como en un campo de concentración. Están encerrados en celdas estrechas de 2 por 3 metros para 10 personas”, precisó el ayuntamiento.
Los actuales “residentes de Mariúpol casi no reciben agua ni alimentos. No les dejan salir (de la ciudad). No tienen acceso a la atención médica normal y son sometidos a diversas formas de tortura, tanto física como psicológica”, dijo el ayuntamiento en Telegram.
Reiteró que “los ocupantes han creado condiciones reales de campo de concentración donde los residentes pacíficos de Mariúpol se ven obligados a sobrevivir”.
Hacemos un llamado “al Comité Internacional de la Cruz Roja y a la ONU para que presten atención a la detención ilegal de civiles de la ciudad. Utilicen todas las herramientas posibles para obtener listas de prisioneros. Asegúrense de que reciban condiciones de vida dignas. Y trabajen juntos en la liberación de cada residente de Mariúpol“, dijo por su parte el alcalde, Vadym Boichenko, en un mensaje en Telegram.
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Mariúpol, a orillas del mar de Azov, sufrió durante casi tres meses el asedio ruso a partir del comienzo de la invasión del país, el pasado 24 de febrero, y la ciudad ha vivido una auténtica crisis humanitaria al estar durante semanas sin agua potable, energía o suministros básicos.
Tras caer en manos de los rusos, la ciudad pasó a ser administrada por los funcionarios de la RPD, afines a Moscú y que declararon esa región independiente poco antes del inicio de la invasión.