AP.- Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente este viernes de bombardear una prisión en una región separatista del este del país, un incidente en el que supuestamente fallecieron docenas de prisioneros de guerra ucranianos capturados tras la caída de Mariúpol en mayo.
Moscú dijo que Ucrania empleó los lanzamisiles HIMARS proporcionados por Estados Unidos en el ataque a la cárcel de Olenivka, en la región de Donetsk, que está controlada por Rusia. Funcionarios rusos y de las autoridades separatistas de la provincia indicaron que la ofensiva dejó 53 prisioneros de guerra ucranianos fallecidos y otros 75 heridos.
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El vocero del Ministerio de Defensa ruso, el teniente general Igor Konashenkov, describió el incidente como una “provocación sangrienta” que buscaba disuadir a los soldados ucranianos de rendirse. Ocho guardias del penal resultaron heridos, añadió.
El ejército ucraniano negó haber perpetrado ataques con proyectiles o artillería sobre Olenivka e insistió en que no bombardea zonas civiles y únicamente se centra en objetivos militares rusos.
Además, acusó a las fuerzas rusas de atacar intencionadamente la prisión para acusar a Kyiv de crímenes de guerra y encubrir las torturas y ejecuciones llevadas a cabo allí.
El comunicado apuntó que las afirmaciones rusas formaban parte de una “guerra informativa para acusar a las fuerzas armadas ucranianas de bombardear infraestructura civil y a la población para encubrir sus propias acciones”.
Ninguna de las dos versiones pudo verificarse de forma independiente.
Denis Pushilin, un líder separatista respaldado por Moscú, dijo que en el penal había 193 reclusos, pero no indicó cuántos de ellos eran prisioneros de guerra ucranianos.
Las autoridades ucranianas en la provincia de Donetsk, por su parte, afirmaron que Rusia ha seguido bombardeando objetivos civiles en zonas controladas por Kyiv.
“Los combates en la región se han identificado día a día, y los civiles deben marcharse mientras sea posible”, dijo el gobernador de la región, Pavlo Kyrylenko. “El ejército ruso no se preocupa por las víctimas civiles. Están bombardeando las ciudades y pueblos de la región”.
Los efectivos ucranianos fueron capturados luego de la batalla por la ciudad portuaria de Mariúpol, en el Mar de Azov, tras pasar meses atrincherados en la vasta planta metalúrgica Azovstal. Su resistencia se ha convertido en un símbolo de la lucha del pueblo ucraniano contra la invasión que comenzó el 24 de febrero.
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El Regimiento Azov y otras unidades ucranianas defendieron la planta durante casi tres meses aprovechando su laberinto de túneles subterráneos. Más de 2 mil 400 efectivos se rindieron en mayo ante los incesantes bombardeos rusos desde tierra, mar y aire.
Decenas de soldados ucranianos fueron llevados a prisiones en zonas controladas por Rusia como la región de Donetsk, una zona en el este de Ucrania que está dirigida por autoridades separatistas apoyadas por Moscú. Algunos han regresado a Ucrania como parte de intercambios de prisioneros con Rusia, pero las familias de muchos otros desconocen si sus familiares siguen vivos o si podrán volver algún día.
Por otra parte, el alcalde de Járkiv reportó bombardeos en la segunda mayor ciudad de Ucrania.
Ihor Terekhov indicó que parte del centro de la ciudad noroccidental se vio afectada por la ofensiva, incluyendo un edificio de dos plantas y un centro de educación superior. Según el regidor, los ataques se produjeron poco después de las 04:00 de la madrugada.
“El Servicio Estatal de Emergencias ya está trabajando: están revisando los escombros, buscando a personas atrapadas debajo de ellos”, señaló Terekhov en una publicación en Telegram.
La oficina presidencial ucraniana reportó la muerte de al menos 13 civiles en los bombardeos rusos registrados en todo el país en las últimas 24 horas, que causaron también 36 heridos.