EFE.- El primer ministro británico, Boris Johnson, comparó la guerra de las Islas Malvinas (1982) con la determinación de Ucrania a decidir su futuro durante la conversación que mantuvo en Alemania con Alberto Fernández, presidente de Argentina.
Ambos mandatarios se reunieron esta semana al margen de la cumbre del G7 (las economías más desarrolladas), en la que Fernández planteó el contencioso por la reclamación argentina de la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
El primer ministro dio detalles de esa conversación a los periodistas británicos que han viajado con él a Madrid, donde empieza este miércoles la cumbre de la OTAN.
Johnson dijo que la cuestión de la soberanía se había resuelto “decisivamente” en 1982 debido al “sacrificio de muchas vidas”.
"Normalmente, hablando con los líderes argentinos, tenemos una fórmula muy simple: aceptamos que hay mucho en lo que podemos trabajar juntos, y que el Reino Unido y Argentina en realidad tienen una gran agenda común de temas de los que nos gusta hablar, sean los océanos, abordar el cambio climático, aumentar nuestro comercio, hay una gran cantidad de cosas que hacemos juntos", dijo.
Pero que “hay un tema en particular en el que simplemente no tenemos opiniones compatibles”, admitió Johnson.
“Indiqué que estábamos dedicando gran parte de nuestro tiempo (en el G7) a hablar sobre Ucrania, donde el principio en juego era el derecho de las personas soberanas e independientes a determinar su futuro”, explicó el jefe del Gobierno británico.
“Ese era el principio que estaba en juego en las Islas Malvinas. Se decidió de manera decisiva durante muchos, muchos, muchos años, y todavía no veo ninguna razón para que participemos en una discusión sustantiva al respecto”, dijo el primer ministro sobre Malvinas, en referencia a la autodeterminación de los habitantes de las islas.
No obstante, Johnson calificó su conversación con Fernández de “franca” y “amistosa”.
El Reino Unido y Argentina se enfrentaron en una guerra por la soberanía de las islas después de que los militares argentinos las ocuparon el 2 de abril de 1982, pero el conflicto acabó con la victoria de las fuerzas británicas en junio de ese año.