EFE.- El lanzamiento por parte de Corea del Norte de un misil que sobrevoló territorio japonés a principios de octubre fue una advertencia a sus enemigos, dijo este miércoles Pionyang en un comunicado publicado por su agencia estatal de noticias, KCNA.
El régimen norcoreano se refiere al proyectil balístico de alcance intermedio que disparó el pasado 4 de octubre y que sobrevoló el norte del archipiélago japonés por primera vez en cinco años, desatando las alarmas antiaéreas en la región.
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El misil, que cayó en aguas del océano Pacífico, es el proyectil norcoreano que mayor distancia ha recorrido hasta la fecha, unos 4 mil 500 kilómetros.
Aquel proyectil fue “una advertencia a los enemigos para que hagan frente a la situación inestable que prevalece en la península de Corea“, afirmó este miércoles Pionyang en el texto, donde arremete contra Tokio por empeñarse en fomentar sentimientos antinorcoreanos e incitar la realización de ejercicios militares de Estados Unidos y Corea del Sur en torno a la península.
“Si esta advertencia conducirá a un resultado real o no depende completamente de la actitud de las fuerzas hostiles, incluido Japón“, dijo el régimen norcoreano, que considera que la hostilidad y persecución de la comunidad norcoreana residente en Japón, que ha sido objeto de discriminación, son “un desafío”.
Pionyang también se refirió al uso, a principios de este mes, del sistema de alerta nacional J-Alert cuando el régimen lanzó otro misil que se perdió en los radares sin acercarse al territorio.
Corea del Norte acusó a Japón de “distorsionar la verdad sobre las pruebas de misiles balísticos” del país y de alimentar la tensión militar, dando una falsa impresión con la activación de la alerta en lo que calificó como un lanzamiento rutinario.
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El lanzamiento de principios de octubre se produjo tras el despliegue en aguas de la península coreana del portaaviones de Estados Unidos Ronald Reagan para participar en una maniobras con Seúl, un movimiento que irritó especialmente a Pionyang, que ha estado este año muy activo en lo que a pruebas balísticas se refiere.
Posteriormente, el régimen lanzó una serie, sin precedentes, de misiles entre el 2 y el 5 de noviembre, al menos 33, en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington, las mayores de este tipo que ambos aliados realizaban en el último lustro, que prolongaron a raíz de los disparos norcoreanos.
La tensión en la península coreana está alcanzando registros inéditos ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.