AP.- Los recolectores de basura de Glasgow, Escocia, se declararon en huelga el lunes, justo cuando comienza en la ciudad una cumbre para discutir medidas contra el cambio climático.
Los recolectores de basura y limpiadores de calles en todo Glasgow se pusieron en huelga pasada la medianoche el lunes después de que las conversaciones entre su sindicato y el concejo municipal se vinieran abajo.
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El sindicato GMB anunció que la huelga probablemente se extienda toda la primera semana de los 12 días de la cumbre de la ONU. Más de 120 líderes mundiales llegan a Glasgow junto con miles de diplomáticos, activistas, investigadores y periodistas.
Debido a la huelga, la basura podrá comenzar a apilarse en las calles, sumándose a los numerosos problemas para los anfitriones, junto con la persistente lluvia característica de la zona y las enormes esperas de los delegados para entrar a la sede de la conferencia.
La cumbre climática de Naciones Unidas (ONU) en Glasgow comenzó oficialmente el domingo y dio inicio a dos semanas de intensas negociaciones diplomáticas entre casi 200 países sobre cómo combatir el desafío común del calentamiento global.
Las delegaciones abordaban una serie de cuestiones de procedimiento antes de que líderes de todo el mundo se reúnan hoy lunes en la mayor ciudad de Escocia para presentar las iniciativas de sus países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abordar los efectos del cambio climático.
Los negociadores buscarían soluciones a cuestiones pendientes desde el Acuerdo Climático de París de 2015 e impulsarían sus esfuerzos para impedir que las temperaturas globales subieran más de 1.5 grados Celsius este siglo en comparación con las era preindustrial.
Los científicos dicen que las posibilidades de alcanzar ese objetivo, acordado hace seis años en la capital de Francia, se desvanecen poco a poco. El mundo ya se ha calentado más de 1.1 grados y las previsiones actuales son de alcance los 2.7 grados Celsius adicionales para 2100.
La cantidad de energía que provocaría ese calentamiento del planeta derretiría buena parte del hielo de la Tierra, subiría el nivel del mar en todo el mundo y aumentaría de forma considerable la probabilidad e intensidad de los fenómenos climáticos extremos, según los expertos.
"En los últimos años ha habido progresos, pero yo diría que en realidad la tarea que tenemos aquí es en muchos aspectos más dura que la de París", dijo Alok Sharma, el ministro británico que preside la cumbre de Glasgow.
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"Por supuesto, sabemos que la geopolítica es más difícil de lo que era en la época de París“, dijo , añadiendo que era hora de que los gobiernos "dejen atrás los fantasmas del pasado".
"Lo que necesitamos que salga de Glasgow es poder decir con credibilidad: 'Hemos mantenido con vida los 1.5 (grados)'", dijo Sharma.