Un potente tifón tocó tierra en el este de Filipinas el jueves luego de que las autoridades evacuaron a decenas de miles de personas. Además, trataban de evitar el riesgo de contagio del Covid-19 en albergues atestados. 

El primer tifón del año en el país ganó fuerza rápidamente en su avance desde el Océano Pacífico. Azotó la localidad de San Policarpo, en la provincia de Samar Oriental, alrededor del mediodía, dijo Vicente Malano, administrador de la agencia meteorológica. Mientras tanto, las autoridades tratan de contener los brotes del Covid-19. Filipinas registra más de 11 mil 600 infectados, incluyendo 772 fallecidos. 

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Se prevé que el tifón Vongfong avance en dirección noreste. De ser así, arrasaría con zonas densamente pobladas en provincias y ciudades orientales antes de dejar el país por el norte el domingo.

El archipiélago suele registrar alrededor de 20 tifones y tormentas al año, además de erupciones volcánicas y terremotos. Sin embargo, la situación se agrava por la crisis de la pandemia del Covid-19. 

Muchas autoridades enfrentan al difícil dilema de proteger a la población de la doble amenaza. Las fuertes lluvias ya dejaron a muchos sin electricidad. Además, se enfrentan a la complicación de tratar de mantener el distanciamiento social en los albergues llenos de personas. 

Con información de AP