- Además de obtener información, facturaban millones de dólares
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y la entonces Alemania occidental recopilaron información confidencial de gobiernos extranjeros por más de cinco décadas.
Al controlar una empresa suiza que fabricaba y vendía dispositivos de encriptación y líneas de comunicación segura, descifraban los códigos de los más de 120 países que usaban sus productos.
Una investigación de The Washington Post y las emisoras ZDF y SRF revelaron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), junto con el Servicio Federal de Inteligencia (BND) alemán, eran propietarias de la compañía Crypto AG.
Por medio de ésta, tuvieron acceso durante la Guerra Fría a información de Irán, India, Pakistán, y varias juntas militares de América Latina, entre otras naciones.
La asociación de Estados Unidos y Alemania
Ambas agencias de espionaje, que controlaron las operaciones de la empresa desde 1970, no solo adulteraban los equipos para acceder a información secreta de sus clientes; al hacerlo, facturaban millones de dólares por sus servicios.
El reportaje habla de un documento clasificado de la CIA que describe la historia de este proyecto y nombra a los funcionarios que supervisaban esta operación.
Este archivo, de igual manera, identifica a los empleados de Crypto que restringían las ventas de sus modelos más sofisticados a países aprobados por Washington. A aquellos que Estados Unidos no les daba el visto bueno, se les vendían sistemas anticuados y poco efectivos.
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Los alemanes abandonaron el programa a finales del siglo pasado; sin embargo, los estadounidenses continuaron.
La empresa, cuyos productos aún son utilizados en varios países, fue disuelta en 2018. Las dos compañías que adquirieron el mayor porcentaje de sus activos dijeron no tener conexiones con ningún servicio de inteligencia.
En un comunicado, el Departamento de Defensa suizo señaló que el gobierno decidió iniciar una investigación al respecto.
Con información de AP.