Durante tres meses, el hijo mayor del gobernador de Puebla representó a su papá en viajes al extranjero, asistió a eventos con otros funcionarios y conoció de primera mano información de la administración estatal sin tener designación oficial ni documento legal que respaldara sus funciones.
En diciembre del año pasado, al inicio de su gobierno, el morenista Alejandro Armenta Mier anunció que su hijo Alejandro Armenta Arellano tendría un cargo “honorífico” en temas relacionados con tecnología.
De esta forma, Armenta Arellano comenzó a involucrarse en las actividades del gobierno de Puebla y apareció en eventos públicos sólo con un nombramiento de palabra, ya que no fue hasta el pasado tres de marzo cuando la titular del Consejo Consultivo de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación de Puebla emitió por escrito su designación como “consejero honorario titular” del Comité Especializado de Tecnología.
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Celina Peña Guzmán, presidenta ejecutiva de dicho consejo consultivo, elaboró el documento justo 16 días después de que Latinus publicara que el gobernador Armenta Mier tenía a su hijo como un privilegiado asesor que ya había participado en reuniones e incluso viajado a Estados Unidos con una comitiva de funcionarios poblanos que visitaron empresas como Google y Meta.
Peña Guzmán justifica y ampara la designación del hijo del mandatario con varios artículos de la Ley Orgánica del Gobierno de Puebla.
“Nombramiento de carácter honorario, por tanto, no recibirá retribución o emolumento alguno y subsistirá hasta que la suscrita no emita nombramiento que lo sustituya o esta instrucción sea revocada de forma escrita”, señala el documento obtenido vía transparencia y redactado en una hoja membretada con el logotipo del gobierno de Puebla y dirigida a Alejandro Armenta Arellano, de 22 años de edad y recién graduado de Ingeniería en Robótica y Sistemas Digitales.
Antes de que su papá tomara protesta como gobernador, Armenta Arellano creó una empresa llamada Armentech, que tiene como objeto social todo lo relacionado con la consultoría y el desarrollo de herramientas tecnológicas.
El encargo que Alejandro Armenta Mier le hizo a su hijo es similar al que López Obrador entregó a Gonzalo López Beltrán en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, donde se convirtió en el emisario presidencial y tuvo voz y voto en las decisiones del proyecto a pesar de que no era funcionario.