El fiscal de Jalisco, Salvador González, supervisó las labores de procesamiento realizadas por los forenses en el rancho Izaguirre, donde fueron halladas fosas y hornos clandestinos. En estos, se presume que fueron calcinadas víctimas, en su mayoría reclutadas de manera forzada, por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Hemos dejado clara nuestra postura de compartir toda la información a nuestro alcance ante el gobierno federal, incluso haciendo una invitación a formar parte de las investigaciones”, dijo González de los Santos.
El lugar está dividido en sectores: un área de entrenamiento táctico, otra de acondicionamiento físico, además de los hornos y las fosas clandestinas.
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“En el sitio se han localizado pertenencias tanto de víctimas como de personas que pudieron haber estado involucradas en actividades ilícitas”, añadió el fiscal estatal. “La investigación sigue en curso para esclarecer estos hechos con absoluta transparencia y responsabilidad”, aseguró.
Hasta el momento se han detectado seis lotes con restos óseos en cuatro espacios del predio que fue asegurado el 18 de septiembre del 2024 por la Guardia Nacional, el cual fue identificado como un campo de reclutamiento forzado y entrenamiento del CJNG.
“Sin embargo, ante los recientes hallazgos, los trabajos fueron insuficientes. Ante ello iniciamos una investigación para determinar posibles omisiones de cualquier autoridad responsable y fincar responsabilidades”, reconoció.
En aquel entonces el fiscal del estado era Luis Joaquín Méndez Ruiz, quien según informó hoy el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, tendrá que aclarar por qué no se procesó de manera adecuada el Rancho Izaguirre.
Las autoridades de seguridad del estado aseguran que, a través de redes sociales, los grupos criminales engañan a personas a quienes les ofrecen trabajo en Jalisco para incorporarse a empresas de seguridad y call center.
El pasado 7 de marzo, dos adolescentes de 17 y 15 años, provenientes del municipio de Tequila, fueron rescatados de convertirse en víctimas de reclutamiento forzado. La llamada telefónica de un familiar a la Secretaría de Seguridad Pública del estado permitió que la Unidad de Búsqueda de Personas llegara la terminal de Tlaquepaque y lograra asegurarlos.
Esto ocurre constantemente: denuncias de desaparición de jóvenes que al llegar a las distintas terminales de autobuses como la de Tlaquepaque o Guadalajara, son recibidos por sujetos que los suben a camionetas, tras lo que sus familias pierden contacto con ellos.