MÉXICO

"El mandato del pueblo se llama democracia, no dictadura", responde Noroña a críticas de Zedillo sobre la reforma judicial
Martes 17 de Septiembre de 2024
PRESIDENTE DEL SENADO

"El mandato del pueblo se llama democracia, no dictadura", responde Noroña a críticas de Zedillo sobre la reforma judicial

Este martes, el expresidente priista Ernesto Zedillo afirmó que la reforma judicial “desmantelará los cimientos de la democracia mexicana y provocarán una tiranía”

Créditos: Captura de video
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Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, respondió al expresidente Ernesto Zedillo que “no hay poder sobre la tierra que detenga la reforma al Poder Judicial”.

En un video publicado en la cuenta oficial de Senado, Fernández Noroña afirmó: “No hay poder sobre la tierra que detenga la reforma al Poder Judicial, no hay poder sobre la tierra que detenga la instrumentación, que quiere decir que en junio del 2025 se elegirá a la Corte, a los magistrados de circuito, la mitad de los jueces federales y la mitad de los jueces locales de país, y, en junio del 2027, la otra mitad. Así será, aunque a Zedillo y sus corifeos no les guste la democracia. No, no se llama dictadura, señor Zedillo Ponce de León; el ejercicio del pueblo y el mandato del pueblo se llama democracia”.

Este martes, el expresidente priista Ernesto Zedillo afirmó que la reforma judicial “desmantelará los cimientos de la democracia mexicana y provocarán una tiranía”.

Al respecto, el senador Fernández Noroña responsabilizó a Zedillo de acordar en 1990 con Felipe Calderón la aprobación del Fobaproa, además de las masacres de Acteal y Aguas Blancas, y privatizar los ferrocarriles.

Incluso, recordó una anécdota de cuando él era dirigente de los deudores de la banca, y Zedillo, presidente.

“El 24 de julio del 96 siendo yo dirigente de los deudores de la banca, me tiré a la salida de Palacio Nacional para que no pudiera salir la camioneta Suburban del entonces presidente Zedillo; han dicho que me tiré a los pies, han dicho cualquier cantidad de necedades, cuando fue un acto de valor y determinación, porque no nos atendían a los deudores de la banca. Me levantó, me estaban jalando los del Estado Mayor Presidencial; sentí una mano en el hombro, le di un manotazo y me dijo: ‘Soy Zedillo’, volteé, y sí era. Me ayudó a parar, me tomó del brazo y nos fuimos caminando hacia la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se comprometió a revisar una propuesta de solución a la cartera vencida que yo le había entregado en ese momento. ¿Saben cuándo cumplió? Nunca”, contó.