El presidente Andrés Manuel López Obrador salió en defensa este miércoles del coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López, su exsecretario de Gobernación, tras los rumores de un posible acuerdo con el senador Miguel Ángel Yunes Márquez para la votación de la reforma judicial.
El mandatario descartó cualquier tipo de transacción o acuerdo bajo la mesa, tanto por parte de Adán Augusto como del gobierno que encabeza.
“No me informó —Adán Augusto—, pero no creo que haya transado, para decirlo con claridad. Eso no lo hace ningún integrante de Morena, eso era lo que se hacía en los tiempos de Salinas”, afirmó el mandatario.
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López Obrador reconoció que el senador Yunes Márquez pudo haber cambiado su parecer de manera autónoma, sin que mediara dinero o amenazas.
"Él es un político, y consideró que era conveniente actuar de esa manera", indicó el presidente, señalando que no cree que el cambio de postura de Yunes estuviera influenciado por presiones o recompensas.
"Hasta mis adversarios me conocen que yo no transo, que yo no establezco relaciones de complicidad con nadie", añadió.
En cuanto a la votación del senador Yunes Márquez, que ha generado especulación sobre una posible alianza entre el político veracruzano y Morena, López Obrador fue tajante al rechazar la idea de un acuerdo entre su gobierno y los Yunes.
López Hernández afirmó que no tuvo plática de persuasión con el senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez para que votara a favor de la reforma judicial.
“No, no; ninguna, lo escucharon ustedes (en el pleno), ahí hizo público el sentido de su voto y dijo que habían cosas que no le gustan de la iniciativa, pero que otras sí”, respondió.
Durante la sesión del martes, tras los señalamientos de la bancada de Movimiento Ciudadano de que el senador Francisco Daniel Barreda estaba incomunicado y en prisión junto a su padre en Campeche, el exsecretario de gobernación aseguró en el Pleno que eso era "absolutamente falso" y que él sabía dónde estaba el legislador.
Posteriormente, Adán Augusto le pasó el teléfono al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, para comprobar que el senador Barreda se encontraba libre y estaba en la Ciudad de México. Sin embargo, 10 minutos antes de que comenzara la votación en la Cámara de Senadores, el padre del legislador, fue liberado y el legislador declaró que acompañó a su padre "para atenderlo" desde la madrugada del martes.