Con dos documentos en las manos, el diputado del Partido Acción Nacional (PAN) Éctor Jaime Ramírez Barba, afirmó que en materia de atención en salud “estamos ante dos mundos”.

“Está el reporte de la Secretaría de Hacienda que dice que la iniciativa presidencial no tiene impacto en el presupuesto, que va a quedar en una ilusión porque no tiene plazas, no tiene nuevos hospitales, no tiene nuevos programas ni recursos”, destacó.

Ramírez Barba mencionó que el reporte “recomienda que la aprobemos, porque es una reforma de saliva”.

El otro mundo, detalló Ramírez Barba, es el estudio “que realizó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, que dice que para cubrir lo que aquí se propone, se requieren 232 mil millones de pesos”.

Por ello, propuso una reserva “para incorporar al sector privado para suministrar medicamentos o la prestación de servicios en caso de que las instituciones públicas no puedan proveerlos por medio de convenios”.

“Si realmente no va a costar nada, agreguemos que el Estado mexicano está obligado a reembolsar a la población los gastos personales o familiares en servicios de salud incurridos debido a la omisión, negligencia o no entrega de medicamentos con mecanismos de reembolso”, sugirió.

El diputado del PAN, doctorado en Ciencias de la Salud por la Universidad Pacific Western de California, mencionó que en la actualidad, si una persona requiere una cirugía de catarata, debe esperar tres años para entrar al quirófano.

“Proponemos que el gobierno federal cubra anualmente una cuota de 10% por cada persona sin seguridad social para garantizar la atención de gastos catastróficos que se iría al Consavi, que para el 2025 serían 20 mil millones de pesos etiquetados, respecto a los más de 200 mil que dice el Centro”, indicó.

La reserva fue desechada, pero recrudeció el debate en materia de salud cuando se discutía una reforma del diputado de Morena, César Agustín Hernández.

En respuesta al diputado Ramírez, Marcos Rosendo Medina Filigrana, diputado de Morena, dijo que el Seguro Popular “fue un mecanismo de financiamiento limitado a un catálogo de enfermedades que dejaba fuera cierto tipo de materiales y medicamentos”.

“No consideraba infartos, ni accidentes cerebrovasculares a mayores de 60 años, cuando sabemos que este tipo de eventos acontece a una población mucho mayor”, afirmó.

Ante “las descalificaciones al pasado” por parte de los morenistas, Rubén Moreira, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), recordó que durante la pandemia, la 4T promovía abrazos entre la población.

“Hubo 800 mil muertos por la Covid, esa es la diferencia que hay porque ustedes abandonaron una respuesta científica a los problemas, ustedes los mataron”, señaló a los morenistas.

Moreira recordó que en el sexenio, Morena y aliados han cambiado el sistema de salud dos veces, lo que ha provocado “seis millones sin esquema de vacunación y, en total, 50 millones de mexicanos no tienen seguridad social”.

El líder del PRI recordó que fue David Kershenobich, quien será el secretario de Salud en el gobierno de Claudia Sheinbaum, el que dijo que “no necesariamente será así”, cuando se le preguntó sobre si se llegaría a un esquema similar a Dinamarca.

“Eso no es cierto”, dijo María Guadalupe Chavira, diputada de Morena, por lo que tras ser interrumpido nuevamente exigió respeto “porque yo también sé gritar e interrumpir”.

La legisladora guinda pidió la palabra para reclamar primero a Juan Ramiro Robledo Ruiz, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, porque “tiene un estilo de conducir que debería revisarse hacia mi persona, pero no quiero polemizar”.

La diputada Chavira se limitó a exigir a Moreira “que nos diga la fuente, porque parece que hoy el diputado amaneció muy iluminado, y si es así, que nos ilustre, porque no puede venir a decir tantas mentiras”.

El reclamo se perdió como una corrección que hizo la morenista Chavira sobre una votación anterior, para pasar a aprobar la reserva de su compañero de bancada, César Hernández, quien propuso adicionar la frase “consultas” para que sean gratuitas e intervenciones quirúrgicas y medicamentos “necesarios para garantizar este derecho en los términos que establezca la ley”.

Antes de pasar al siguiente dictamen, Robledo Ruiz vio su reloj y decretó un receso de una hora e invitó a una “comida de honrada medianía para discutir y votar después los dos dictámenes restantes”.