EFE.— La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, respondió este lunes que no le corresponde la petición de la líder opositora venezolana María Corina Machado a México para que reconozca la victoria electoral de la oposición allí y presione al mandatario, Nicolás Maduro.
"No me corresponde a mí, para eso hay organismos internacionales", aseguró en una rueda de prensa Sheinbaum, quien reafirmó la línea argumental que ha mantenido México respecto a la crisis en Venezuela, ante la que piden transparencia en el conteo de las actas.
La pasada semana, Machado hizo un llamado al gobierno mexicano y a la virtual presidenta electa de México para que escuche "el dolor de las madres venezolanas" y para mantener una presión creciente contra el régimen de Maduro para que se logre una transición pacífica y negociada en Venezuela.
Sheinbaum dijo que dicha petición por parte de la líder opositora venezolana aconteció fruto de una "trampa" por parte del periodista Ciro Gómez Leyva, crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Respetamos a todos y a todas, pero respetamos sobre todo el derecho de los y las venezolanos a decidir quién los gobierna y, si hay algún problema, para eso hay instituciones internacionales", insistió la futura mandataria mexicana, que sume el cargo el 1 de octubre.
El gobierno mexicano ha mantenido una posición de espera ante la crisis de Venezuela, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como presidente reelecto a Nicolás Maduro pese a la cuestionada elección del 28 de julio.
Mientras que otros países latinoamericanos como Ecuador o Argentina han reconocido la victoria del opositor Edmundo González, México apela a la transparencia y pide esperar un veredicto final del tribunal electoral sobre el resultado, posición que comparte con Brasil y Colombia.
Mientras tanto, suceden las protestas en Venezuela y la fuerte represión policial a las mismas por parte del gobierno de Maduro, quien recientemente decretó un cierre de la red social X en el país y se niega a reconocer la posibilidad de una eventual derrota en las pasadas elecciones, tal y como reclama la oposición.