El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió este miércoles en Palacio Nacional a un grupo de maestros pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), mientras integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) instalaron un campamento en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Al arranque del encuentro y en presencia de la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya; y del líder del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, el presidente López Obrador entró al patio donde los maestros lo recibieron con aplausos y porras.
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Mientras el mandatario se dirigía al podium, entre risas y saludos, los docentes se tomaron fotos con él, sacaron algunos de los libros de la autoría del presidente para que este los firmara, otros desde sus mesas lo vieron pasar.
Durante su discurso, el presidente López Obrador reconoció la labor del SNTE y de su líder sindical para defender las demandas de los maestros, "no crean que ha sido fácil, sí les representa, sí les defiende, y al mismo tiempo ha sido respetuoso del gobierno que represento".
Además, reconoció la participación de los integrantes de la CNTE "sobre todo por las acciones de resistencia que emprendieron para defender la educación pública cuando el viejo gobierno quiso imponer por medio de la represión la mal llamada reforma educativa".
En el marco del Día del Maestro, en la conferencia matutina, el presidente López Obrador anunció un aumento salarial del 10% a maestros de educación básica federalizada y que tendría una comida para celebrar a los docentes.
A la llegada para este encuentro del líder sindical, Cepeda Salas, en entrevista con medios, consideró que el incremento al salario del gremio es: "Muy aceptable, creo que ustedes se enteraron de que a nivel superior, a la UNAM, a la UAM, les dieron un 4% de incremento, el hecho que al personal de educación básica se les dignifique con el 10% me parece muy aceptable".
En contraste al discurso del gobierno federal, esta mañana cerca de 200 mil maestros de la CNTE marcharon desde distintos puntos de la Ciudad de México hacia el Zócalo para exigir al presidente López Obrador atienda sus demandas.
Al llegar al Zócalo comenzaron a instalar sus campamentos con los que darán inicio a un paro indefinido de labores hasta que sean resultas sus peticiones; otros trabajadores de la educación ya se encontraban en el lugar con sus tiendas de campaña.
Entre sus peticiones se encuentran: jubilación por años que han estado trabajando, un aumento salarial del 100%, la abrogación de la Reforma Educativa, mejores servicios de salud en el ISSTE y la reinstalación de profesores que fueron despedidos injustamente durante la pandemia por la Covid-19.