Carolina Hernández aborda la represión policiaca que sufrieron mujeres en las manifestaciones del 8M en diversas ciudades del país y el hecho de que los aspirantes presidenciales hayan reaccionado tibiamente y nada más para caer en el lugar común: que estuvo muy mal. Para la periodista, lo ocurrido debió dar pie a un debate de fondo sobre la capacitación con perspectiva de género y las condiciones de precariedad en que laboran los elementos, así como la violencia, el acoso y la desigualdad que viven las agentes al interior de las corporaciones. No se justifica la represión, aclara, pero que quienes aspiran a gobernar el país respondan con lo obvio, tampoco.

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