Las videocolumnas que Carlos Manuel Urzúa Macías grabó para Latinus constituyen un valioso legado que integra un registro histórico de los momentos que vivía el país y la visión que tenía respecto a las acciones más importantes del gobierno actual.

El economista, quien falleció ayer de forma repentina a los 68 años, colaboró con este medio desde mayo del 2022, por lo que queremos honrar su memoria poniendo a disposición de nuestros lectores todas sus colaboraciones.

Al exponer su opinión, Carlos Urzúa abordaba con frecuencia la política económica del presidente Andrés Manuel López Obrador, y en particular sus megaobras, a las que consideraba onerosas, mal planificadas y poco redituables.

Quien fuera el primer secretario de Hacienda de López Obrador también pensaba que era un desacierto la decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco para crear el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

En su opinión, el nuevo complejo no resuelve los problemas de tráfico aéreo y el costo de la cancelación del proyecto en Texcoco implicó el desperdicio de cantidades millonarias de dinero y pérdida de la confianza de los inversionistas privados.

En el caso de la refinería Olmeca en Dos Bocas, discrepaba del hecho de que se hubiera inaugurado cuando aún no estaba concluida y que se anunciara que ya había empezado a producir gasolina cuando todavía falta mucho para eso.

Respecto al Tren Maya, lamentaba la afectación a la fauna, los cenotes y el sitio arqueológico de Calakmul, el más importante de la zona y en el que aún se hacen trabajos de excavación.

En sus videocolumnas también daba cuenta del profundo conocimiento que tenía de la economía y las políticas públicas, y siempre desarrolló sus temas con la premisa de que cualquiera pudiera entender de qué hablaba.

Así, con la tranquilidad que lo caracterizaba, explicó con toda claridad las razones que nos llevaron a tener el "superpeso" y por qué no podía considerarse como un mérito del actual gobierno, sino un fenómeno surgido de la combinación de factores externos.

Otro tema al que siempre se opuso fue al de la universalidad en los programas sociales, como era el caso de las pensiones, y promovía la focalización como una práctica más aceptada y efectiva para lograr una verdadera redistribución del ingreso y como estímulo para el progreso de las familias.

La salud también fue un tema recurrente en sus videcolumnas, en las que abordó las consecuencias de la eliminación del Seguro Popular para reemplazarlo por un Instituto de Salud para el Bienestar que nunca despegó y que finalmente también tuvo que ser extinguido.

Ambas acciones, explicó, llevaron a que millones de mexicanos carecieran de acceso a la salud durante este sexenio y que tuvieran que enfrentar las enfermedades pagando de su propio bolsillo los servicios de profesionales del sector privado.

Urzúa también abordó el tema del crecimiento económico haciendo un balance realista sobre las elevadas expectativas que el presidente López Obrador suele tener al respecto y detalló cómo la pandemia no podía justificar los escasos avances que ha registrado el PIB durante el sexenio.

Con frecuencia, el economista desenmarañaba la danza de cifras del mandatario con el fin de ilustrar que no hay suficientes recursos para financiar sus programas sociales ni las megaobras, y explicaba cómo de una forma u otra sus acciones redundaban en un mayor endeudamiento público.

También fue crítico de las políticas energéticas del actual sexenio, como fue el caso de lo que él llamaba la obsesión del presidente por excluir a la iniciativa privada de la generación de electricidad e intentar crear un oligopolio con la compra de plantas a Iberdrola.

Los análisis de Carlos Urzúa sobre este y otros temas económicos y políticos constituyen un valioso aporte al periodismo crítico. En esta lista de reproducción quedará para siempre el legado de un hombre sencillo y brillante.

Descanse en paz, Carlos Urzúa.

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