Autoridades del gobierno de la Ciudad de México publicaron este lunes en la Gaceta Oficial capitalina la “Ley Malena“, con la que se tipifican los ataques con ácido como tentativa de feminicidio y que contempla un castigo de ocho a 12 años de prisión y, según las agravantes, la pena podría llegar hasta los 30 años.
En un evento con autoridades de la Ciudad de México y mujeres que han sido víctimas de ataques con ácido, las autoridades informaron que la “Ley Malena” ya fue publicada y entrará en vigor este martes 20 de febrero.
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“De ahora en adelante, las lesiones provocadas por sustancias corrosivas merecen de ocho a 12 años de prisión sin importar la temporalidad (…) este nuevo delito también se considerará tentativa a grado de feminicidio cuando cause lesiones graves y permanentes a la mujer víctima”, indicó el jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres.
Asimismo, la senadora Martha Lucía Mícher especificó que si los ataques con sustancias corrosivas o ácido dañan físicamente o afectan los órganos reproductivos de la víctima, la pena puede alcanzar hasta 30 años de prisión.
La senadora explicó que la pena también se agravará cuando la víctima sea menor de edad o una persona con discapacidad.
“La reforma incluye multas y reparación integral a través de la atención a todas las lesiones de la víctima”, dijo.
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La reforma plantea una pena más severa cuando entre el agresor y la víctima haya alguna relación sentimental, de parentesco, religiosa, institucional, laboral o de servicio, de acuerdo con la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.
Otra de las situaciones en las que se agrava la pena es si este delito se comete en contra de mujeres transexuales o transgénero, o deriven de su orientación sexual.
La “Ley Malena” fue nombrada así en honor a la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, sobreviviente de un ataque con ácido, quien también estuvo en el evento y dijo que con esta reforma se pretende que ningún agresor quede libre.
“Tuve que enfrentarme a reformas no adecuadas que protegieran a las mujeres en mi situación (…) el camino no fue fácil tampoco lo sigue haciendo hasta ahora, no existía en Oaxaca una Comisión de Víctimas, tenía dos opciones, huir de mi país y que ganaran los agresores, pero decidí resistir”, sostuvo la saxofonista, quien fue agredida con ácido por su expareja sentimental en 2019.