Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Salud, y Estudios Legislativos del Senado aprobaron reformas a los artículos 4 y 5 de la Constitución para prohibir cigarrillos electrónicos, vapeadores, dispositivos analógicos y fentanilo ilícito.
Se emitieron 40 votos en favor de senadores de todos los partidos. El dictamen será discutido en el pleno del Senado la próxima semana.
El dictamen señala que las leyes reglamentarias determinarán sanciones respecto a la producción y distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, además del uso ilícito de drogas sintéticas no autorizadas, tales como el fentanilo.
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Se prohíbe la profesión, industria, comercio interior o exterior, trabajo o cualquier otra de las actividades que refiere el artículo 4 de la Constitución.
También señala que el Congreso de la Unión deberá armonizar el marco jurídico de las leyes en la materia.
La senadora Maki Ortiz afirmó que es más dañino para la salud fumar tabaco que un vapeador, “pero no por eso deja de ser un problema de salud pública”, porque lo más grave es que el consumo mayor está en los adolescentes.
El senador panista Ricardo Anaya resaltó que el mercado de vapeadores en México es de 20 mil millones, pero en el momento de prohibirlo se volverá un negocio del doble que ahora será controlado por el mercado negro y el crimen organizado que traerá el producto de China.
La senadora morenista Julieta Ramírez Padilla consideró que la industria del cigarro es la más interesada en quedarse con el mercado de vapeadores porque quieren comerciar el producto. Afirmó que el consumo del cigarro ha presentado una disminución ligera en los últimos años, pero el uso de vapeadores va en aumento.
Acusó a los legisladores del PAN de ser cabilderos de los poderes económicos, pero Ricardo Anaya respondió que no habló con ningún cabildero.
Finalmente, el morenista Manuel Huerta mencionó que se estima que en México 2.1% de la población usa vapeadores, es decir, unas dos millones de personas.