El gobernador de Tabasco, Javier May, informó este lunes que el motín en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (Creset) que se suscitó el pasado 19 de diciembre, se originó porque se detectó que dos reos identificados como Gerardo "N" y Javier "N", considerados generadores de violencia, buscaban fugarse antes de que fueran trasladados a otra cárcel fuera de la entidad.
"Base en la inteligencia que teníamos, estaban planeando la fuga del penal. También por eso se tomó la decisión de actuar", dijo el mandatario tabasqueño en conferencia conjunta.
El titular Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estatal, Victor Hugo Chávez Martínez, aseguró que el grupo criminal al que pertenecen los reos hizo varios disturbios fuera del penal para distraer a las autoridades durante el operativo; sin embargo, al tener conocimiento previo de sus intenciones ya estaban preparados para evitar la fuga y controlar los incendios y ataques de civiles armados.
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"No todas las personas que estaban manifestándose eran familiares de los reclusos. Era también gente pagada. A esa gente, a algunos les pagaron 300 pesos, y a los que estaban ahí como líderes, les llegaron a pagar hasta mil pesos", dijo.
Luego el gobernador confirmó lo mencionado: "Sabemos cuanto les pagaron, cómo los mueven. No eran familiares de estas personas, ustedes se acuerdan de una manifestación cuando empezamos, les dijeron que les iban a pagar y les incumplieron".
Las autoridades tabasqueñas informaron que al controlar los disturbios al interior del penal, lograron asegurar a Gerardo "N", quien no opuso resistencia, y posteriormente, aprehendieron a Javier "N", quien se resistió.
El gobernador declaró que la fiscalía estatal abrió varias carpetas de investigación para esclarecer los hechos y aseguró que se desprenderán varias acciones en el penal porque "era muy fácil ingresar".
"Hoy ya las cosas están cambiando, y la verdad es que vamos a invertir también en temas de seguridad en todos los penales del Estado", afirmó el gobernador.
Las autoridades confirmaron la muerte de siete reos y al menos 10 heridos, así como el decomiso de un fusil AR-15, cinco pistolas, una granada de fragmentación, 23 machetes, 14 cuchillos, 23 armas blancas, 541 dosis de droga, 81 dosis de cocaína en piedra y 460 dosis de marihuana.