Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, destacó la relación de cooperación entre ambos países y sus lazos culturales a días de dejar la representación diplomática como parte del cambio de administración entre Joe Biden y el presidente electo Donald Trump.
Salazar participó en la ceremonia de entrega-recepción de una estatua que representa a Santa Rosa de Lima y seis piezas arqueológicas recuperadas, y que fue realizada en el museo del Templo Mayor, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
"Ahí se ve esta relación de familia, que nunca nos deje nadie separar. Que nunca nos digan que debe haber división entre Estados Unidos y México", dijo al comentar que en su estado natal, Colorado, existe también un sitio dedicado a Santa Rosa de Lima.
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Acompañaron al embajador Ken Salazar en el evento Matthew Baechtle, agregado de Homeland Security Investigations en México; José Luis Perea, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Miguel Ángel Méndez, fiscal especial de asuntos internacionales de la Fiscalía General de la República (FGR); así como funcionarios de la Cancillería y la Secretaría de Cultura.
Salazar destacó el trabajo conjunto entre el gobierno americano y diversas dependencias mexicanas, como la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Cultura y la FGR. De esta última, señaló que durante su periodo como embajador, ya ha tenido incontables reuniones como parte del trabajo para "desmantelar carteles y organizaciones criminales que trafican personas".
Entre las piezas culturales entregadas a México se encuentra una estatua de Santa Rosa de Lima que tiene una antigüedad de 400 años y fue robada en 2007.
El representante del gobierno estadounidense ante México afirmó que en los últimos años se han devuelto más de 10 mil piezas culturales a México, que aseguró ese trabajo continuará con el siguiente gobierno de Trump.
"Lo que se roba se tiene que devolver. La historia, el patrimonio, la grandeza de México le pertenece a México", dijo Salazar.
Perea González, funcionario del INAH, detalló que en el siglo XX fueron sustraídas de la Capilla de Santa Mónica en Epazoyucan, Hidalgo, seis imágenes elaboradas durante el siglo XVII, entre las que se encontraba la estatua de Santa Rosa de Lima.
El funcionario señaló que la pieza es de un autor anónimo, tiene una altura de 1.10 metros y fue hecha bajo la técnica de talla de madera, estofada y policromada y chapeada en lámina de oro.