Las 11 capillas de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas responsabilizaron a la expresidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Chiapas, la exdiputada Sonia Álvarez, por la ingobernabilidad y violencia que se ha recrudecido en las comunidades de Chenalhó y Pantelhó.
En un comunicado, las parroquias de la región tzotzil aseguraron que sus denuncias no han sido escuchadas a pesar de que continuamente han revelado el clima de inseguridad y agresiones a los que se exponen los chiapanecos que han quedado en medio de varios enfrentamientos.
"El contexto actual donde la sangre corre por las comunidades de Pantelhó y colindantes de Chenalhó, las mujeres y los niños sufren el miedo a la detonación de armas, bombas y balas perdidas”, señalan.
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Las parroquias de la Diócesis de San Cristobal afirmaron que "el gobierno estatal representado por la diputada Sonia Catalina Álvarez. Cecilia López S. y Leonel Reyes violentaron políticamente el proceso de elección" para la renovación del concejo municipal, por lo que abonaron al ambiente de ingobernabilidad.
"Ignoraron la propuesta presentada por la mayoría de las comunidades del municipio, y las consecuencias que esto suponía de
enfrentamientos, más pobreza, casas quemadas, miedo, desplazamientos, heridos, muertos. Evidenciando, una vez más, la responsabilidad del estado en la crisis de violencia que vive actualmente Pantelhó", sentenciaron.
Aseguraron que a pesar de ser ignoradas, mantienen la "esperanza de salir de las tinieblas de la violencia, con la luz que nos muestra el camino de la verdad y de la justicia para llegar a la paz".
Ante ello, exigieron "el desarme de los grupos, atención a los desplazados y la seguridad de la región, porque en la práctica, se empeñan en convencernos de que, para ustedes, gobernar es sinónimo de administrar conflictos".
La situación de inseguridad y agresiones que actualmente persiste en Chiapas ha provocado el desplazamiento de cientos de indígenas tzotziles que han denunciado que sus familiares fueron víctimas de desapariciones forzadas, despojo de sus tierras, amenazas, invasión de sus viviendas para ser forzados a trabajar, falta de alimento, además, de abusos sexuales contra jóvenes.
Las agresiones no sólo han sido contra las comunidades indígenas, también los sacerdotes han sido víctimas de ataques, como el ocurrido el 20 de octubre, cuando dos sujetos en motocicleta asesinaron al párroco Marcelo Pérez tras culminar una misa en San Cristobal de las Casas.
Tras el homicidio, feligreses de las parroquias en las que oficiaba misas expresaron su tristeza en redes sociales y destacaron que era un "defensor de la gente" al haber sido "la voz de muchas injusticias" en la región.
En un acto más reciente cometido por un grupo delincuencial, el 3 de diciembre, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas denunció que un grupo violento denominado "Los Herreras" ingresaron al municipio Pantelhó disparando y realizando quema de casa en las comunidades de "San Francisco" y "El Roblar" y "San José Tercero".
Lo que provocó que el grupo de "El Machete" entrará al municipio y tomara la cabecera municipal de Pantelhó en respuesta al grupo contrario.