A la 1:00 de la tarde de este jueves, el empresario michoacano Samir Lemus Adi fue atacado por un comando mientras se encontraba en su negocio, Rashid Motos, ubicado en el centro de la ciudad de Apatzingán.

Lemus Adi fue herido de bala y trasladado a una clínica de dicha ciudad, donde murió.

Versiones de personas cercanas al empresario señalan que Lemus Adi estaba siendo extorsionado por un grupo criminal que opera en la región de Tierra Caliente de Michoacán.

Narraron que recientemente los criminales le exigieron a Samir Lemus 500 mil pesos, los cuales pagó, pero aun así lo mataron.

Samir Lemus, de alrededor de 39 años, era hijo de Rafael Lemus Hernández, concesionario desde hace décadas de las motos Italika y propietario de la mayoría de las agencias que las venden en Michoacán.

El asesinato ocurrió a dos meses del comienzo del operativo de fuerzas federales en coordinación con las fuerzas estatales en seis municipios de Tierra Caliente, para resguardar la seguridad en la región y evitar, sobre todo, las extorsiones y robos que padecen desde hace décadas los empresarios limoneros.

“El despliegue de las fuerzas federales no sirve porque los criminales ya no van a las huertas ni a los empaques porque ahora te llaman por teléfono, te exigen el pago de piso y te indican el lugar a donde se los lleves el dinero. Ellos tienen el control, no es posible negarte porque podemos acabar como Samir Lemus. Los empresarios no tenemos como defendernos, seguimos abandonados por el gobierno”, lamentó un empresario de Tierra Caliente michoacana entrevistado por Latinus.

A raíz del asesinato de Samir Lemus Adi, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Apatzingán dirigió una carta al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, en la que lamentan la falta de una “respuesta contundente y efectiva por parte de las autoridades estatales” ante la situación de inseguridad y violencia que padecen, así como la impunidad con la que operan los grupos delictivos.

“(…) La incapacidad para garantizar la seguridad básica de los michoacanos es una de las mayores traiciones a la confianza que los ciudadanos podemos sufrir. ¿Cómo se puede pedir que confiemos en un gobierno que no puede garantizar lo más elemental: nuestra vida y nuestra libertad? Los ciudadanos de Michoacán, que día tras día hacemos frente a esta crisis, exigimos más que palabras vacías. Necesitamos acciones concretas, un plan claro, y sobre todo, resultados.”, señala la carta.