La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, minimizó la designación de Jorge Romero como presidente del Partido Acción Nacional; dijo que llega con “bastante arrogancia”, “sobre todo por tener una “participación ínfima” de 100 mil panistas.

“Te da una idea de cuál es la dimensión de esta alternativa, supuesta que es el PAN, que no es ninguna alternativa para los ciudadanos, tan es así que ya se quedó en una cúpula de dirigentes”, aseguró.

Entrevistada en Villahermosa, Tabasco, la morenista dijo que Romero, en lugar de “estar poniendo ultimátums, debería de aclarar qué ha pasado con toda esta mafia inmobiliaria que viene desde la Benito Juárez ahí, en la Ciudad de México”

Recordó que “cuando él era alcalde, donde había toda una red de servidores públicos, algunos ya encarcelados y con procesos, donde es evidente que había mucha corrupción y se daban permisos de diferentes pisos para construir edificios al amparo del poder”.

En ese sentido, lanzó un llamado al nuevo dirigente panista a aclarar cómo está el asunto de la corrupción inmobiliaria, ya que incluso, dijo, “el propio expresidente Felipe Calderón lo denunció de este tráfico de influencias”.

Respecto a las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, la dirigente morenista salió en defensa de la política de seguridad de las dos administraciones morenistas.

“La estrategia de seguridad del presidente López Obrador, y ahora de la presidenta, ha tenido muy buenos resultados. En todos los delitos, en todos, se puede acreditar que hubo una baja significativa en incidencia delictiva”, dijo.

Luisa María Alcalde insistió en responsabilizar al gobierno de Felipe Calderón de hace más de 12 años.

“Hay que entender que venimos de un periodo donde no había una línea divisoria entre el gobierno y el crimen organizado. Digo, lo vimos con García Luna, ¿qué más prueba queremos que eso?”, reprochó.