La recién inaugurada megafarmacia, creada para acabar con el desabasto de medicinas que comenzó con a llegada del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha entregado medicamentos a mujeres enfermas de cáncer que están en tratamiento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Dos pacientes que se atienden en la clínica 82 del IMSS, ubicada en Zamora, Michoacán, llamaron a la megafarmacia ubicada en Huehuetoca, Estado de México, desde el jueves de la semana pasada, para que les surtieran exemestano y trastuzumab, ambos medicamentos para el cáncer pero en ninguno de los dos casos se les entregó.
Andrea Rocha, abogada defensora de pacientes que no reciben medicamentos, relató el caso de la señora Irma, paciente que requiere el exemestano, a quien le extendieron la receta el martes 2 de enero.
Llamó a la farmacia el jueves y el viernes, pero en las dos ocasiones los operadores del call center le informaron que ya existe registro de su solicitud pero no había existencia del compuesto por lo que le pidieron seguir llamando o esperar que alguien de la nueva instalación entrara en contacto con ella. Hasta la noche del lunes 8 de enero, la receta no se había surtido.
En un audio de la solicitud que hizo se escucha que la paciente espera en la línea cerca de cinco minutos pero la instrucción es que llame otro día para preguntar si ya hay existencia del medicamento. Al inaugurar la bodega, el presidente López Obrador aseguró que las medicinas estarían disponibles en las clínicas, pero en caso contrario, el paciente debe llamar a la megafarmacia para que en un plazo máximo de tres horas sea enviada a quien la necesita.
En el caso de la señora Irma ha pasado casi una semana desde que se le entregó la receta y no recibió el medicamento por parte de la megafarmacia.
Andres Rocha refirió otro caso, el de Johana Karina, paciente de la misma clínica de Michoacán, quien necesitaba un tratamiento de 20 quimioterapias y 20 radiaciones, pero el segundo no se lo administran porque el aparato de radioterapia está descompuesto. “En las reuniones que tuve con el IMSS me dijeron que el aparato va a estar listo en 2025”.
La paciente pidió el trastuzumab pero en la farmacia ni siquiera hicieron el trámite porque la receta se emitió el 28 de diciembre y le pidieron que regresara a su clínica a solicitar una receta nueva.
Las primeras evidencias muestran que la megafarmacia no ha resuelto el problema del desabasto y que hay fallas en su diseño: “dué decepción haber gastado tanto dinero en algo que no nos está resolviendo el problema. Vas a una farmacia, pides una aspirina y en ese momento te dicen si hay o no. En este caso, ni siquiera saben qué tienen en el inventario”.