La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió este jueves una ficha amarilla de búsqueda para localizar a la mexicana María Fernanda Sánchez, joven que desapareció en Alemania el pasado 22 de julio.
De acuerdo con la ficha, María Fernanda tiene 24 años y nació el 13 de agosto de 1998, mide 1.55 metros, pesa 48 kilos, tiene cabello castaño y ojos del mismo color. La Interpol enfatizó que la mexicana habla inglés y español.
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"La búsqueda de María Fernanda se expande y fortalece con la emisión de la solicitud de localización internacional (notificación amarilla) por parte de la Interpol", escribió Francisco Quiroga, embajador de México en Alemania.
El 31 de julio, la policía de Berlín informó que continúa con la búsqueda de la mexicana desaparecida en la capital alemana, pero no ha obtenido hasta ahora ninguna pista sobre el posible paradero de la joven.
"Todos los indicios recibidos hasta ahora como parte de la petición de colaboración ciudadana no contenían informaciones sobre el paradero actual de la desaparecida", declaró el lunes a EFE la comisaria de policía, Isabelle Suschlik.
María Fernanda desapareció de la residencia de estudiantes en la que vivía en el distrito berlinés de Adlershof, en un caso que conmocionó a la comunidad latinoamericana de la capital alemana.
Desde el 27 de julio, los investigadores han estado buscando a la joven desaparecida en canales y estanques, con la ayuda de perros rastreadores y de buzos, explicó Suschlick a EFE.
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"Además, en estos momentos se están examinando los dispositivos electrónicos de la desaparecida", añadió.
La última comunicación con la joven, que había viajado a la capital alemana para cursar estudios de posgrado, se produjo el sábado, 22 de julio, por la noche.
Cuando los responsables de la residencia de estudiantes, alertados por la familia que no lograba contactar con ella, acudieron a su habitación el lunes por la mañana, encontraron el teléfono móvil de la víctima sobre la cama y la puerta al patio interior estaba abierta.
Según el comunicado policial en el que se pedía la colaboración ciudadana, la estudiante podría hallarse en una situación de "vulnerabilidad emocional", aunque tanto su familia como sus amigos han destacado que en los días previos a su desaparición actuó de forma normal y alegre, y tenía numerosos planes de futuro.