Denise Dresser lamenta que el gobierno acuse a la Suprema Corte de defender intereses particulares y pisotear al pueblo por el hecho de haber declarado inconstitucional la primera parte del Plan B electoral.
Por ello, hace un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y a los legisladores federales de Morena a entender que los profesionistas y organizaciones que critican su gestión también son pueblo.
Y como tales, dice, les corresponde defender la autonomía de la Corte que, ejerciendo su función de contrapeso, resguardó la Constitución de una mayoría legislativa que abusa de su poder.
La académica explica que el discurso oficial que divide a la ciudadanía en buenos y malos pone en jaque las libertades, pues en esa lógica, los opositores no son considerados mexicanos auténticos.

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