El Poder Judicial del Estado de México insistió este miércoles en que Roxana Ruiz, sentenciada a seis años y dos meses de prisión, ejerció un uso excesivo de la legítima defensa al matar a su violador, Sinaí “N”.
Después de que se informara sobre la sentencia contra la joven de 23 años, quien además deberá pagar una indemnización que supera los 200 mil pesos, el Poder Judicial del Estado de México emitió un comunicado en el que aseguró que la jueza analizó el caso con perspectiva de género.
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Por el contrario, la colectiva Nos Queremos Vivas Neza criticó la resolución de la jueza Mónica Osorio Palomino, la que atribuyó a que el “sistema de acceso a la justicia es contundentemente patriarcal, clasista y racista”; además, llamó a los medios de comunicación a no revictimizar a Roxana en su cobertura del caso ante lo controvertido del fallo.
A través del comunicado difundido por el Poder Judicial estatal, se afirmó que el golpe Roxana a la cabeza de su agresor lo dejó inconsciente, por lo que no necesitaba continuar defendiéndose.
"Este golpe era suficiente para contener la agresión física, que terminó cuando lo neutralizó", se lee en el documento.
El Poder Judicial del Estado de México enlistó que Roxana asfixió a su agresor después del golpe, permaneció con el cadáver por 20 horas y habría realizado cinco lesiones post mortem a Sinaí “N”.
"La jueza consideró que se agravó la culpabilidad de Roxana al haber pretendido mutilar el cuerpo, colocarlo en una bolsa de plástico y salir a la calle", añadió.
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El abogado de Roxana, Ángel Carrera, señaló este lunes que Roxana no sabía que el golpe había dejado inconsciente a su agresor: “Cuando Roxana defiende su vida, está en una situación de defensa, no puede determinar en qué momento debe parar, si el sujeto la puede matar o no”, añadió.
Roxana es una joven de 23 años, originaria de una comunidad indígena de Oaxaca, madre soltera, que migró a la periferia oriente del Estado de México.